Desterremos al fantasma de la guerra
Miguel Óscar Sabido Santana: Desterremos al fantasma de la guerra
Jamás podremos dejar de maravillarnos ante las magníficas obras de arte que nos han legado las generaciones de ayer y de hoy, y que no cesan de maravillarnos cuando las contemplamos.
En 2019, en la Conferencia General de la Unesco, se proclamó el 15 de abril como el Día Mundial del Arte, para promover y difundir las maravillas que han salido de las y los artistas que nos han dejado su trabajo admirable para que las sociedades de todo el mundo refuercen sus vínculos sociales.
La conmemoración del Día Mundial del Arte nos debe de llevar a la reflexión no solo respecto a la importancia que tiene la creación artística, sino a entender que el arte debe formar parte de la educación de la niñez en las escuelas, porque sabemos que una buena educación y la cultura, es el camino expedito hacia un aprendizaje inclusivo y justo.
A través de las centurias la humanidad ha disfrutado de las Bellas Artes, que en su conjunto nos solazan y nos proporcionan momentos de admiración con la pintura, la escultura, la literatura, la danza, la música, la arquitectura y más recientemente el cine.
Muy largo sería enumerar las obras de arte que han creado los grandes genios, como por ejemplo en la escultura y la pintura, y todas las demás disciplinas, pero debemos de tener presente siempre aquella definición de que lo bello está en los ojos de quien lo admira, y desde luego en su sensibilidad.
Nada más que para poder disfrutar la hermosura de creadores como Leonardo da Vinci con pinturas famosas como "La Gioconda" o "La Última Cena"; o "La Noche Estrellada" de Vincent Van Gogh, por solo mencionar algunos trabajos famosos, requerimos de paz.
El mundo entero enfrenta una crisis derivada de la pandemia del Covid-19 y guerras, que de no ser controladas podrían ocasionar más daño a la humanidad, como en la pintura "Guernica", de Pablo Picasso, que retrata el bombardeo de la ciudad que lleva ese nombre, durante la guerra civil española.
Por eso es urgente volver los ojos a las obras que nos dan las Bellas Artes, para que la humanidad tenga un remanso de paz y espiritualidad con las obras maestras que hombres y mujeres pueden crear, para solaz de las generaciones venideras.
Y que nunca, nunca más un genio creador tenga que retratar los horrores de una guerra que victimiza, agravia a los pueblos que en ella intervienen.
La humanidad tiene mucho para trabajar sin descanso y lograr que los valores imperen en todos los campos de nuestra existencia cotidiana, para que el devenir de los tiempos nos haga llegar al sueño de una humanidad más incluyente, justa y equitativa, y desterremos para siempre al fantasma de la guerra