Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Las vacaciones quedaron atrás, en Yucatán ayer iniciaron las clases y estos días serán determinantes para que los pequeños que entran al jardín de niños o la primaria tengan una experiencia positiva de esta nueva etapa, y no se repitan las lágrimas a la puerta del colegio cuando la madre o el padre se aleja luego de una emotiva despedida.

Ante este panorama, aunque cada vez menos frecuente pero existente, la psicoterapeuta de niños, parejas y familia Ruth Puerto, comparte recomendaciones para que el regreso a clases se convierta en un bello recuerdo y no en una pesadilla.

Explicó que es importante que los padres brinden seguridad, porque los miedos se aprenden y es necesario que ellos tengan conciencia que esta separación es parte de la vida, ya que ha identificado que en los dramas de las despedidas son más aprensivos los papás que los niños, a quienes por naturaleza les interesa lo novedoso. 

El desprendimiento en los niños es cada vez menor, por el proceso que inician en las guarderías.

Despedidas

Comenzar la despedida desde casa, deseando un excelente día, un abrazo, un beso, porque en el trajín de los días, de acuerdo con un estudio señala que antes de ir colegio los niños reciben en promedio siete regaños en vez de mensajes positivos, lo que genera que no quieran ir a la escuela. 

Si la despedida comienza en casa será más breve y menos doloroso cuando lo deje en la puerta de la institución para que entre a su salón y no se sufrirá la separación.

Platicarle lo emocionante que es conocer gente

Para los niños que llegan a una nueva escuela luego de haber estudiado en otra es importante explicarles lo emocionante que es conocer gente nueva y cómo este proceso enriquece su vida. Esto porque hay menores que no quieren nuevos amigos porque extrañan a los anteriores. 

Ser puntuales a la hora de la salida:

Especialmente con niños de edad preescolar es importante que los padres de familia lleguen a tiempo por sus hijos, porque ellos no tienen una exacta noción de las horas. 

Saber que sonó el timbre para ir a casa y hacerlo esperar puede generar ansiedad, temor y hasta el deseo de no volver a clase.

Primeros días en la escuela:

Los primeros días de clases donde el niño descubre lo nuevo podrán influir en cómo será el resto del ciclo escolar, así como la manera en que la familia acompañó el proceso, de esta manera el alumno disfrutará los nuevos amigos y aprendizaje.

¡Ponga atención!

Si después de una semana el niño no quiere ir a la escuela es momento de indagar qué pasó, si fue por una actitud o comentario de los padres o la maestra. si es así se identifica el problema, se habla, se resuelve y si tiene que ver con el profesor se puede acudir a la institución para dialogar y buscar la manera de mejorar el ambiente para el niño.

Evitar demasiadas actividades que se realicen por la tarde:

En los primeros días es ideal no cargarlos de actividades extra escolares, para que por la tarde los papás platiquen con ellos sobre qué les pareció la maestra, su escuela, sus amigos y juntos realicen actividades que regularmente se hacen dentro del aula como colorear, recortar, cantos, juegos didácticos, para que relacionen que este tipo de actividades son parte de la vida. 

Cenar para compartir experiencias del día:

La hora de la cena es importante en la familia, porque es el momento de platicar a manera de balance sobre lo que pasó en el día. En este espacio se puede motivar a los niños a comentar lo que aprendieron y los padres también compartirán cómo les fue en su trabajo, para que vean como un tema natural ir y disfrutar la escuela. Con esta actividad los niños aprenden que todas las personas tienen actividades y responsabilidades durante el día.

Papás: cuidar el lenguaje no verbal

Cuando un padre se siente seguro y con confianza le puede brindar mejor apoyo a sus hijos, que se vea emocionado y no angustiado por el proceso, si platicó con sus hijos  desde días antes de las clases sobre lo positivo de esta nueva etapa, este paso será satisfactorio. 

Involucrarlos en los preparativos diarios:

Para que el niño se familiarice cada vez más con este nuevo rol que está viviendo, los padres deben involucrarlos en los preparativos diarios para la escuela, como la selección de su uniforme, sus zapatos, sus calcetines, ordenar los útiles, forrar los libros, tener todo listo para que a primera hora comiencen su jornada rumbo a la institución sin miedo o flojera, sino con la ilusión de cada día aprender algo nuevo.

Incentivar sus días:

Se recomienda que los padres le escriban notas de buenos deseos y se las guarden en su lonchera para que sea una agradable sorpresa al momento del recreo.  

Que los mensajes sean alegres y para desearle un excelente día. Esto les ayuda a saber que no están solos.

Observar los apegos a los hijos:

Los papás deben observar cómo están sus apegos a los hijos para que los motiven a potencializar sus capacidades, fijarse metas a la semana y si tienen jornadas satisfactorias, disfrutar juntos una actividad en familia en reconocimiento al esfuerzo.