Descubriendo Yucatán: Los tesoros de Ichmul

El Cristo Negro y el pasadizo secreto de la Guerra de Castas hacen de la visita a la comisaría de Chikindzonot una experiencia inolvidable.

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En el año 1600, el fuego consumió la iglesia. (SIPSE)
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Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- En el traspatio de una sencilla choza, ubicada en el pueblo de Ichmul, perteneciente a la comisaría de Chikindzonot, guajolotes y gallinas pasean libremente. A unos metros se localiza la entrada de lo que fuera, en 1847, uno de los sitios más importantes: el pasadizo secreto que comunicaba a los mayas -durante la Guerra de Castas- desde este poblado hacia Chan Santa Cruz, hoy conocido como Carrillo Puerto.   

La entrada mide aproximadamente 60 centímetros de ancho por 30 de alto. El piso, cubierto de hojas secas, es el sitio ideal para la serpiente coralillo, por lo que es mejor cerciorarse de que no hay peligro. Iluminando el túnel con las lámparas de led, se puede ver un tramo del pasadizo. 

Para entrar es necesario acostarse y deslizarse, después de avanzar dos metros en esa posición, es posible levantarse para caminar por el túnel que utilizaron durante el movimiento social los mayas del sur y oriente de Yucatán, contra los criollos y mestizos, que se encontraban establecidos en la parte occidental de la Península de Yucatán.

En el interior del túnel el clima es bastante húmedo, la ropa se pega al cuerpo y si apaga sus lámparas por un momento se encontrará en una oscuridad total. Lo mejor es prevenir y regresar, ya que la salida requiere el mismo movimiento: ya sea pecho a tierra o de espaldas, pero es la única manera de salir.   

Esta guerra, que a decir de los historiadores costó cerca de un cuarto de millón de vidas humanas, terminó oficialmente en 1901 con la ocupación de la capital maya de Chan Santa Cruz, hoy Carrillo Puerto, por parte de las tropas del ejército federal mexicano.

En Ichmul hay más sorpresas, en su iglesia se venera al Cristo de las Ampollas, conocido también como el Cristo Negro. En el pueblo encontrará tres iglesias: la más antigua sucumbió ante el fuego y dio paso a la leyenda de la imagen venerada. La segunda iglesia, de grandes dimensiones, fue utilizada como caballeriza durante la época de la Guerra de Castas y en la tercera, más reciente, cayó un rayo que pegó en la cúpula.      

En su iglesia se venera al Cristo de las Ampollas, conocido también como el Cristo Negro

Cuenta la leyenda que por el año 1600, el fuego consumió la iglesia; redujo a cenizas los altares de retablos, calcinó las piedras, desplomó la techumbre, cuarteó los muros, derritió los vidrios y metales; pero la imagen del Cristo tallado en madera no se consumió por el fuego, apareció ennegrecida y con ampollas, prueba irrefutable de su portento.

El Cristo Negro es muy respetado por los habitantes de Ichmul, pero su veneración llega hasta Celestún, pasando por la capital del estado, Mérida.

En Ichmul podrá disfrutar de la comida regional preguntando a los habitantes del poblado en cuál de las casas le pueden preparar comida, no se arrepentirá. 

También podrá adquirir hipiles a un precio justo, porque las señoras del pueblo se dedican a la costura. Se trata de piezas únicas, elaboradas por manos artesanales que dejan sobre el lienzo blanco, verdaderas obras de arte y colorido, características de la vestimenta tradicional yucateca.

Otra de las leyendas que cautivan a los visitantes es la que consiste en descifrar un escrito en latín, que se encuentra en una de las paredes de la iglesia -que carece de techo-, y según cuentan los pobladores se refiere a un tesoro escondido bajo el monte. 

El pueblo de Ichmul se localiza en el sur del Estado, a 37.4 kilómetros de Peto. Le recomendamos salir muy temprano desde Mérida para hacer este recorrido, que le dejará una experiencia inolvidable.

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