Óscar Chan/MÉRIDA
Yucatán enfrenta este sexenio nuevos retos para disminuir los índices de deserción en las Instituciones de Educación Superior, para ello apuesta a la modificación de planes de estudio más atractivos para los jóvenes, y un innovador programa de becas que apoye a quienes más lo requieran.

Cifras de la Dirección de Educación Superior revelan que si bien es cierto que la matrícula escolar se elevó de 64 mil 816 estudiantes en 2012 a 77 mil 77 en 2018, también incrementó la tasa de abandono universitario en 2.4 puntos porcentuales.

De acuerdo con la retención y deserción en este nivel educativo, la entidad reportó en el ciclo 2012-2013 una tasa de abandono de seis puntos porcentuales, es decir, que seis de cada cien estudiantes no concluyeron sus estudios; mientras que para el ciclo 2017-2018, la cifra aumentó a 8.4 puntos, lo que refleja que ahora ocho de cada cien dejaron de estudiar.

Las estadísticas reflejan, además, que si bien es cierto que la matrícula escolar se elevó en 12 mil 261 estudiantes en los últimos seis años, el número de alumnos que dejan la escuela pasó de seis a ocho por cada cien.

Un dato curioso es que en el ciclo educativo 2016-2017 el total de alumnos registró un decremento en comparación al período anterior, pues pasó de 74 mil 811 a 71 mil 409, es decir, tres mil 402 universitarios menos. No obstante, al año siguiente, la matrícula se volvió a elevar a 77 mil 77.

Hasta el ciclo escolar pasado, Yucatán tenía una tasa de retención escolar de 91.6 puntos y una de deserción de 8.4 puntos. Contaba con 98 instituciones de educación superior públicas y privadas y tenía una cobertura a nivel nacional de alrededor del 3.5 por ciento.    

Al respecto, el titular de la Secretaría de Investigación, Innovación y Educación Superior (Siies), Bernardo Cisneros Buenfil, explicó que este aumento en la tasa de deserción escolar representa un reto para la actual administración, por lo que se trabajará en construir mejores mecanismos de apoyos a los estudiantes.

“Ha habido una tendencia al alza en el número de estudiantes que abandonan sus estudios cuando cursan la educación superior, es una tema que nos concierne y nos ocupa, además de que requiere ser atendido a través de diversos factores”, aseveró.

El funcionario estatal comentó que una de las vertientes para atender la deserción es a través del programa de becas, por medio de diferentes apoyos financieros, como los de “manutención”, para que los jóvenes cuyos ingresos sean menores a cuatro salarios mínimos puedan continuar con sus estudios de licenciatura o de técnico superior universitario en instituciones de carácter público, donde el Gobierno Federal aporta una parte y el estatal otra.

Reconoció que este programas de apoyo, así como los que se implementan en las escuelas particulares resultan “atractivos” para retener al estudiante, aunque aseveró que en otros casos no sólo se trata del aspecto económico, sino también de adaptación al ambiente social que existe en las universidades.

Cisneros Buenfil señaló que a medida que un joven tiene más edad se incrementa la presión por generar sus propios recursos, por lo que un estudio universitario podría “retrasar” esas proyecciones de vida en el sector productivo.

Por ello, manifestó que la Siies trabaja en presentarles a los estudiantes opciones “atractivas”, a través de la actualización de contenidos que sean reflejo de lo que se requiere en el sitio de trabajo, con lo que se aumentaría la tasa de retención escolar.

Itssy de Oxkutzcab evita deserción

Para abatir la deserción escolar en el nivel superior, el Instituto Tecnológico Superior del Sur del Estado de Yucatán (Itssy), con sede en Oxkutzcab, ha firmado 22 convenios de colaboración con ayuntamientos para que los estudiantes realicen su servicio social y prácticas profesionales a cambio de recibir apoyo de transporte, pues el factor económico es la causa principal por la que abandonan las aulas.

El director del Itssy, José Enrique Carrillo Duarte, reconoció que durante años la zona sur del Estado ha sido de las más afectadas y abandonadas, por lo que es necesario crear vínculos de ayuda para los universitarios que deseen superarse.

Precisó que si bien la tasa de deserción escolar en el Tecnológico del Sur es baja, pues apenas cinco de cada mil alumnos no concluyen su carrera, no es motivo para “bajar la guardia”, ya que el factor económico es el que más golpea a las familias de esa zona.

“No tenemos un elevado índice de deserción escolar, y prácticamente los que se van son por el tema económico, no necesariamente porque no puedan pagar un semestre, sino por las cuestiones del pasaje”, finalizó.