Este fin de semana, un grupo de activistas denunció a través de redes sociales que maquinaria pesada retiró vegetación en la Reserva Ecológica de Cuxtal, una zona de alto valor ecológico en Mérida, la denuncia generó preocupación debido a que se trata de un Área Natural Protegida.

La asociación Civil “Proyecto Santa María”, dedicada al rescate y preservación de especies nativas y víctimas del tráfico ilegal de aves, denunció a través de sus redes sociales que maquinaria pesada y personal de una empresa se encontraba en el sitio realizando actividades de desmonte, el pasado sábado 22 de marzo; sin embargo, el domingo 23 de marzo las acciones continuaron y mencionaron en su publicación “Desafortunadamente otra vez es escenario de devastación de s cobertura vegetal.

Este tipo de obras en donde se utiliza maquinaria pesada en un lugar en teoría protegido, pero donde intereses muy fuertes motivan la omisión y ceguera de las autoridades a cargo de protegerla, pues los desarrollos inmobiliarios y una empresa de materiales realizan silenciosamente explosiones y excavaciones ilegales y obras que arrasan la reserva que cuenta con más de 800 especies de flora y fauna presentes; incluso en zona núcleo, devastando la vegetación de esta área de conservación
y aplicando la de “es más fácil pedir perdón que pedir permiso”, expresó la organización civil.

En respuesta, la alcaldesa de Mérida, Cecilia Patrón Laviada, informó que el ayuntamiento recibió la denuncia y en una acción inmediata la directora de la Reserva Ecológica Cuxtal, Sandra García Peregrina acudió al lugar el sábado para tomar las primeras medidas, y este lunes se presentará la denuncia formal ante las autoridades correspondientes.

La edil subrayó que el desmonte en áreas naturales protegidas está estrictamente regulado por la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, y cualquier cambio en el uso del suelo debe contar con la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Por su parte, Raúl Escalante, director de Medio Ambiente y Bienestar Animal del Ayuntamiento de Mérida, explicó que la zona afectada no es parte del núcleo de la reserva, sino un área ya impactada previamente.

Sin embargo, destacó que cualquier trabajo dentro de la reserva requiere permisos específicos que no fueron solicitados por la empresa responsable del desmonte.

El impacto del desmonte en cuestión se estima en unas 2 a 4 hectáreas, aunque las investigaciones continúan para determinar la extensión precisa del daño, así como el continuo monitoreo y las investigaciones, incluyendo vuelos de drones que ayudarán a cuantificar los efectos del desmonte.