Director de Siies, un yucateco muy creyente del trabajo en equipo
El funcionario tiene amplia experiencia en el sector empresarial
Joel González/MÉRIDA
El hoy titular de la Secretaría de Investigación, Innovación y Educación Superior (Siies), Bernardo Cisneros Buenfil, comenzó a trabajar a la edad de 20 años, mientras estudiaba por las tardes.
Es un hombre disciplinado y con interés por aprender y hacer una diferencia con base en el trabajo. Esto le dio la oportunidad de sumarse al gobierno estatal en 2001, en la Secretaría de Desarrollo Industrial y Comercial, en el área de promoción de inversiones.
Posteriormente, se incorporó a la educación como director de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Anáhuac Mayab, donde estuvo en contacto con los jóvenes, con quiénes interactuó y aconsejó, como le hubiera gustado que lo hicieran sus profesores.
Más tarde, la Secretaría de Educación Pública (SEP) le brindó la oportunidad de dirigir los Centros de Formación para el Trabajo (Cecati) y ahí descubrió que a través de la capacitación se puede cambiar vidas, ya que la gente tiene la voluntad, pero le falta instrucción.
También, brindó capacitación a personas encarceladas en Estados Unidos por reincidir en introducirse a ese país como ilegales en busca de trabajo; esta formación durante sus condenas permitió que muchos al salir tuvieran un oficio y se reintegraran a su comunidad sin verse forzados a emigrar de nuevo.
Descubrió que había dos grandes brazos, uno social para los que no han tenido la suerte de pasar por un marco formal educativo, y otro que puede desarrollar una masa crítica con los talentos que requiere la industria, sobre la que descansan las expectativas de inversión o de crecimiento y desarrollo de un Estado, éste se hace atractivo para que empresas del exterior inviertan en un municipio.
Vida
Hijo de padres y hermano nacidos en Mérida, Bernardo por accidente nació en la Ciudad de México, pero siempre aprovechó todos los pretextos para viajar a Yucatán a visitar a sus abuelos y demás familiares. Fue un joven muy estudioso y muy apegado a las reglas de su casa, que conserva gratas memorias de su niñez como parte de una familia en la que todos se cuidaban.
Su infancia transcurrió en la colonia Nápoles de la capital, la cual le trae muchos recuerdos y donde también crecieron varios de sus compañeros con los que se ha encontrado en el camino.
Entre 1986 a 1990 estudió en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) del que se graduó como contador público. Recuerda que, laborando en la iniciativa privada, un cliente le preguntó cómo darle más valor a un área de su negocios, pero no tuvo respuesta; desde ahí decidió que tenía que estudiar un poco más y fue así que decidió cursar en Estados Unidos la maestría en negocios; mandó solicitud a cuatro de las mejores universidades y tuvo la fortuna de ser admitido en la que era su elección, la Universidad de North Western JL Kellogg.
Su personalidad
Es muy serio, siempre enfocado en sus labores y muy creyente del trabajo en equipo; cree en la diversidad y los talentos complementarios, así como “en el encuentro de varias profesiones para formar equipos poderosos que puedan abordar cualquier proyecto y resolver cualquier problema”.
¿Fue noviero?
Tuvo tres novias y luego se casó en 1997. Con su esposa tiene tres hijos varones, de 20, 19 y 16 años de edad.
Música preferida
Reconoce que es poco selectivo porque le agrada todo tipo de géneros; luego de buscar nombres, dijo que le gustan grupos como Los Beatles, porque es amante de las comedias musicales y esas bandas sonoras las escucha en su automóvil.
Comida y bebida favorita
Claro y contundente asegura que le gustan todos los tipos de gastronomía, pero si tuviera que elegir su última comida antes de partir elegiría el lechón al horno. En cuanto a bebida, una buena copa de vino tinto, aseveró.
Frase con la que se identifica
Compartió que hay una frase que en su actual encargo le ha sonado mucho y la tiene muy presente, es de Isaac Asimov, “habla de que ve con pena y tristeza que la ciencia avance tanto en conocimiento, y la sociedad avance tan poco en sabiduría”.
Lecturas
Le gusta leer al escritor canadiense Malcolm Gladwell, pues tiene muchos libros que encuentra provocativos y que invitan a la reflexión, entre ellos Blink y Outliers, “este último un análisis de cómo se crean grandes generaciones que han logrado transcender y tener un desarrollo exitoso”.
Mayor virtud
Tras pensarlo detenidamente, dijo que es muy analítico, le gusta prever las diferentes aristas de un problema porque tiene esa capacidad para enfocar recursos de trabajo con claridad.
Principal defecto
Afirmó que a veces es muy detallista, perfeccionista hasta en cosas poco importantes, y admite que “eso en términos de valor no es funcional”.