Rescatar el juego tradicional como parte de la identidad de Yucatán es el objetivo principal del documental “Manual Audiovisual del Juego Tradicional Yucateco” (MAJTY), dirigido por el cineasta yucateco Emmanuel Tatto Pérez, quien es comunicólogo especializado en medios audiovisuales, fotografía y gestión cultural de proyectos cinematográficos.

El documental se estrenará el sábado 27 de julio a las 19:00 horas en la Cineteca “Manuel Barbachano Ponce”, ubicada en el interior del Teatro Armando Manzanero, con acceso gratuito al público. Dicho proyecto forma parte del programa de estímulo a la creación y desarrollo artístico de Yucatán (PECDA), en la vertiente de medios audiovisuales de jóvenes creadores y muestra una variedad de juegos tradicionales como “el Tinjoroch”, “la Kimbomba”, “el Chuc Tunich”, “el Trompo” y “el Papalote”, entre otros.

El creador del documental, describió la obra como una “aproximación audiovisual al juego tradicional yucateco a través de los diversos paisajes del Estado, en los que el territorio y la identidad moldean y forman parte de la narración acompañada de risas, frustración, nostalgia, convivio y destreza”.

Añadió que el juego y el deporte son una extensión del arte para él. “Son algo que se complementa como una conjunción entre el cuerpo y mente, ahí es donde encuentro un punto en común y eso me llevó a reflexionar sobre el juego como un convivio, pero, sobre todo, como una apropiación del territorio. Por ejemplo, bastaba con lanzar una kimbomba para que la calle dejara de serlo y se convirtiera en una cancha, lo mismo con el fútbol u otros juegos”.

El documental retrata diversas zonas del Estado, incluyendo la costa de San Crisanto, la comisaría de Xalau, al oriente; Sinanché, Chemax y Mérida. Esta diversidad de escenarios tiene como fin representar los distintos contextos en los que el juego ha sido parte de la convivencia, el aprendizaje y la identidad de la cultura yucateca.

Además, la obra destaca la importancia del audio y el diseño sonoro en la identificación de cada juego, trabajo realizado por el compositor yucateco Aarón G. González.

“La importancia del diseño sonoro en este proyecto nos permite acercarnos a esos sonidos para reconocer cómo suenan los juegos. Su relevancia se ve reflejada en la conexión entre lo visual y el audio con la identidad”, señaló Tatto Pérez.