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AHORA NO SE PUEDEN TOCAR. Como relevo de nuestro añorado batidor incógnito, una abogada nos envía un par de gazapos detectados nada menos que en el Diario Oficial de Yucatán. Son los decretos 372 y 373 de este año 2021, por los que el Congreso del Estado declara patrimonio cultural intangible al convento franciscano de san Antonio de Padua, de Izamal, y al coso artesanal de Tizimín, respectivamente.

¡Órale! ¿Cómo que patrimonio intangible? El Diccionario de la Lengua Española define la voz “intangible” como lo que no debe o no puede tocarse. Pero, tanto el convento izamaleño como el coso de Tizimín son construcciones sólidas, que se pueden apreciar por el tacto, una de ellas es de mampostería (piedras y argamasa) y la otra, de maderas y palmas.

Ahora ya no podremos tocar las paredes del convento, ni visitar el coso artesanal, pues, sin consultar el Diccionario -popularmente llamado amansaburros-, nuestros legisladores han declarado intangibles esas edificaciones. Lo cierto es que han incurrido en el vicio del lenguaje llamado impropiedad, al emplear palabras con significado distinto al que tienen.

Sale la resortera presta a entrar en acción; con mucha fuerza enviamos sendas pedradas hacia los “patrimonios intangibles” creados por la legislatura local, caen a tierra los dos gazapos y con todo cuidado los guardamos en la buchaca. Son ejemplares de colección.

EDIFICIO QUE OSCILÓ PARA INVESTIGACIÓN. Una vez más, en busca de algunos ejemplares para esta cacería prendemos el televisor y nos adentramos en la selva de los noticiarios nacionales. No tardamos mucho en localizar una buena pieza. En los títulos de las noticias del día leemos: “China mantendrá cerrado rascacielos que osciló para investigación”.

¡Arrea! ¿Osciló un rascacielos para una investigación? ¡Increíble! No es ésa la idea que pretende comunicarse en esa información. Lo cierto es que, al invertir el orden (sujeto, verbo y complemento) que en el discurso deben tener las palabras con arreglo a la sintaxis regular, el redactor cambió el sentido de la oración. Lo correcto sería decir: Para investigación China mantendrá cerrado el rascacielos que osciló.

La impaciente honda, cargada con un grueso guijarro, dirige el disparo hacia el hipérbaton que produce una anfibología. El proyectil hace diana en esa figura de construcción, el ejemplar cazado se desploma a nuestros pies, la tercera pieza del día reposa en la talega y damos fin a la cacería. Hasta el próximo tirahulazo.

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