|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Los mediadores de lectura son la sal de la tierra, una parte sustantiva del programa de fomento a la lectura.- Paco Ignacio Taibo II

El tema de la lectura está en el aire desde hace unos días en que se presentó la Estrategia Nacional de Lectura que consta de tres ejes: formativo, sociocultural y comunicativo, y a raíz de las polémicas declaraciones del director del Fondo de Cultura Económica, las opiniones y las críticas polarizadas han inundado las redes sociales porque la intención es clara y ambiciosa: convertirnos en una república de lectores.

Como primera acción se anunció la reducción de precios en los libros, y la pregunta que inmediatamente surge es ¿y dónde están los lectores?, porque ya Juan Domingo Argüelles en

“¿Qué leen los que no leen?” apuntó claramente que el problema de la lectura en México no reside en los precios, sino en los aprecios, y esto lo confirman las últimas encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que arrojan que solo el 1.7% de la población encuestada no lee porque considera que los libros son caros, la mayoría opinó que no lo hace por falta de tiempo o por carecer de de interés.

Pero nada de esto es nuevo, aunque salga a flote por la Estrategia junto con algunos oportunistas rindiendo falsos elogios y encomios a la lectura, solo porque ahora sí es tema de moda y “prestigio”; pues sepan que desde hace 24 años existe el Programa Nacional de Salas de Lectura (16 en Yucatán), cuyos mediadores voluntarios se han dado a la tarea de ir en busca de lectores y ellos sí que los han encontrado, han formado pequeñas o grandes comunidades lectoras incluso en lugares donde no se creía o sabía que estaban.

Que el gobierno ponga sobre la mesa el tema del fomento a la lectura y que los libros bajen de precio se aplaude, que la lectura se sitúe como lo que es, una práctica social, cultural e individual fundamental para fortalecer el tejido social, se agradece, pero que nadie se olvide que a los libros no se llega solo, siempre hay quien genera una conexión con ellos para siempre y esas chispas las crean los mediadores de lectura.

Llevo diez años siendo mediadora porque creo en el poder de la palabra que nos convoca, nos palpita y nos une, en el lazo que nos abriga cuando la compartimos y en la sinceridad de una lectura en voz alta como un regalo que se da y se recibe.

La lectura diluye las fronteras y nos hace ciudadanos del mundo, seamos lectores por gusto y por pasión y no por obligación ni demagogia, leamos en libertad como quien busca cobijo y lo encuentra, como quien busca amor, aunque tropiece, o como quien sueña y despierta y ve luz, y no tinieblas.

Lo más leído

skeleton





skeleton