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Las portadas de los libros sí anticipan historias, y por supuesto, también las venden. Quizás esa sea la esperanza del autor que aguarda por unos ojos curiosos, lo suficientemente convencidos por la imagen, para hacer su magia y tras las primeras páginas, atraparlo. Es algo fortuito, realmente. Los ojos tienden a posarse hacia lo que atrae, aún si no sabemos explicar el porqué de ese impulso, de ese gusto.

Pasa con la gente. Durante el día miramos una cantidad innumerable de rostros que sabremos olvidar, sin culpa ni remordimientos, para cuando la noche haya caído. Distinto es cuando, como dice Pizarnik, nos volvemos convulsión por esas caras con las que sí hemos conectado. Bastan unos ojos profundos, una nariz definida, unos labios perfectos, o un lunar atrayente, para que de alguna forma nos quedemos entusiasmados por esa existencia humana a la que definitivamente no seremos indiferentes.

Lirio Blanco cuenta la historia de una amistad que nació para ser eterna. Ella y Flor de Nieve, habían sido unidas como laotong, hermanas del alma. Su relación se fortaleció por los azares de la predestinación. Ambas habían nacido en el año chino del caballo, tenían la misma edad, y comenzaron simultáneamente el importante ritual de fracturarse los dedos del pie para lograr unos “lotos” perfectos que definirían su vida y su destino. Las unía el dolor, su compatibilidad emocional, la traición, y una escritura secreta especial para las mujeres de Hunan: el nu shu.

En trescientas diecisiete páginas, se abre una ventana que dirige la mirada hacia lo que se oculta; un mundo diferente narrado a partir de voces silenciadas. La prosa sencilla y hermosa de la autora, permite adentrarse en los pliegues de ese abanico donde Lirio Blanco y Flor de Nieve escribieron su vida en un lenguaje íntimo y poético.

Nuestra entereza es puesta a prueba y reaccionaremos a todo cuanto se lee. Por suerte, también sabremos encontrar refugio en esos tonos universales de complicidad, y en una historia cuya recompensa, después de la incomodidad, valdrá todo lo sentido.

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