Así calificó el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, el convenio firmado con la Administración Portuaria Integral (API) para la modernización y ampliación del Puerto de Altura de Progreso, un “acontecimiento histórico”, dijo también, del que fue testigo el secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán. El desarrollo económico de la entidad exige infraestructura portuaria de mayor competitividad y este plan “es parte del despegue que necesita Yucatán y el sureste de México”, afirmó Vila, que se mantiene en la cresta de la ola entre los gobernadores. 

Es un gran regalo para el ahora primer puerto yucateco (antes lo fue Sisal), que a 150 años de su fundación ya merecía este impulso para hacer honor a su nombre. De hecho, en los últimos tres años ha comenzado a cambiar el rostro del municipio, y más recientemente con la ampliación de su malecón hacia el oriente, además de que es puerta de entrada a la llamada costa esmeralda, un corredor que también ha cobrado auge. 

De la modernización del Puerto de Altura, a grandes rasgos, se trata de ampliar su capacidad para permitir el atraque de buques de mayor tonelaje, lo que abaratará los costos logísticos y permitirá incrementar el flujo de exportaciones e importaciones, y también podrán arribar trasatlánticos con miles de turistas. Una labor de grandes dimensiones, que incluye el dragado del canal de navegación y la ampliación de sus terminales a 120 hectáreas para potenciar sus operaciones. Realmente una isla al final del icónico muelle fiscal inaugurado en 1947. 

Al anunciar el proyecto el pasado martes, las autoridades involucradas estimaron que la obra quedará concluida en noviembre (apostamos al 23, Día de la Armada) del 2023, lo que significa un gran reto para la API Progreso –desde este año bajo la férula de la Semar–, al mando del almirante en retiro Jorge Carlos Tobilla Rodríguez, que desde que asumió el cargo ha despertado de su letargo a esta dependencia y se ha comprometido con el desarrollo del puerto. 

Ese mismo día, los funcionarios supervisaron el avance del Hospital General Naval que se edifica en la Unidad Habitacional de la Marina “23 de Noviembre” en Progreso, cerca del puerto de abrigo, que realizan el Gobierno del Estado (con un aporte de 200 millones de pesos) y la Secretaría de Marina y que tendrá capacidad de 30 camas y ofrecerá servicios de ginecobstetricia, pediatría, medicina interna y cirugía, así como apoyo de diagnóstico, como laboratorio, rayos X, ultrasonido y mastografía. Además, contará con una cámara hiperbárica, vital en cualquier puerto. 

Sin duda, soplan buenos vientos para Progreso, que ahora sí hará honor a su nombre, y también para Yucatán, que sin descuidar la emergencia sanitaria por el coronavirus ha demostrado una gran resiliencia con la reactivación paulatina de todos sus sectores económicos, generando así confianza para aterrizar inversiones y proyectos que se requieren con visión de largo alcance, como el anunciado esta semana.

Anexo “1”

Marinos retirados

Y hablando de Progreso, una nueva asociación de marinos retirados de la Armada ha comenzado a formarse en este puerto. Desde noviembre del año pasado, los navales en esa situación comenzaron a recibir la invitación de parte del vicealmirante Genaro Watla Silva, que mediante un boletín ha convocado a una reunión (cuidando todos los protocolos de salud) para el próximo 4 de agosto a las 11:00 horas, en el faro del puerto, donde se habilitó la sede de la Asociación de Retirados de la Armada de México en Yucatán, según en logotipo en ciernes y cuyo lema es “El mar nos mantiene unidos”.

Existen varias agrupaciones de militares en situación de retiro, como las hay de marinos mercantes (pilotos navales y maquinistas); de la Armada, prácticamente en cada puerto, algunas afiliadas a la Federación de Militares Retirados (Femirac) que también aglutina a personal del Ejército y Fuerza Aérea.

Habrá que escuchar los planteamientos y objetivos de esta naciente agrupación que pretende constituirse en el puerto de Progreso, que varios navales han elegido como residencia, y otros, la ciudad de Mérida.