El inicio de la rebelión
Rodrigo Ordoñez: El inicio de la rebelión
Dentro de la historia de las luchas armadas en México existieron varios movimientos que permitieron revelar, aunque sea parcialmente, la forma en que las autoridades silenciaban a los opositores del régimen, desde los asesinatos premeditados, encargados desde las cúpulas del poder político y privado, hasta el uso del ejército mexicano como un disuasivo para frenar el descontento social, más cuando por la vía pacífica no lograban resultados.
En la literatura existen varios testimonios que dieron cuenta de esto, aunque sin tanta promoción o libertad de circulación, lograron llegar hasta los lectores interesados en conocer más sobre los movimientos sociales, dispersos por todo el país en los años cincuenta, sesenta y setenta, que anhelaban derrumbar un régimen basado en el autoritarismo, la represión y la supresión de cualquier garantía individual. En medio de estos textos, tenemos una revisión de ese período histórico: Las Armas del Alba de Carlos Montemayor, que nos ofrece un recorrido sobre el intento de rebelión del 23 de septiembre de 1965, en la sierra de Chihuahua, en donde un grupo heterogéneo de guerrilleros atacó la guarnición militar de la ciudad de Madera, apenas un puñado de estudiantes y campesinos que se enfrentaron contra más de cien militares destacados en ese lugar.
Ese movimiento tiene un halo de mito fundacional dentro de los movimientos sociales que se sucedieron, pese a que este grupo fue masacrado por carecer de armas y hombres para enfrentarse al ejercicito, dio esperanza y aliento a más de una docena de movimientos guerrilleros en zonas urbanas y rurales, un logro sin duda inigualable porque tanto la prensa como los canales de información estaban controlados por el Gobierno, quedando nada más ese intento, sin que conozcamos sus causas, su ideología, qué motivos tenían, los protagonistas y qué destino tuvieron los sobrevivientes.
La novela nos lleva por los primeros caminos de este movimiento guerrillero, quién los contacto, cómo se organizaron y qué salió mal ese día. Ante la ausencia de estudios y difusión del material disponible, Montemayor no propone adentrarse en un género histórico o realizar una revisión de ese período particular de la vida del país, sino que previamente hizo una revisión sistemática de los acontecimientos, el contexto en que ocurrieron, para presentarnos este mito fundacional desde una perspectiva en que todos los involucrados son juzgados en su dimensión vital y su responsabilidad social en los hechos.
El asalto al cuartel Madera, en el cual iban a actuar tres grupos y sólo uno pudo entrar en acción, fracasó porque en el terreno los reclutadores urbanos que debían sumarse no lograron contactar a nadie, el armamento se quedó atorado en el camino por los caminos enlodados, dejando solos a: Arturo Gámiz García, Pablo Gómez Ramírez, Emilio Gámiz García, Antonio Scobell, Oscar Sandoval Salinas, Miguel Quiñones Pedroza, Rafael Martínez Valdivia y Salomón Gaytán, bajo una lluvia que presagiaba su muerte, su desplome sobre la mañana, antes del alba.