El Mamey, algo más que un rico regalo de la tierra

El fruto llamado Pouteria sapota es un cicatrizante natural, calcifica los huesos y es un antibiótico que ayuda a evitar infecciones estomacales.

|
Nada se desperdicia del mamey, pues de su semilla se extrae aceite para productos de belleza y su resina, aleja a los mosquitos. (Víctor Lizama/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Víctor Lizama/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- ¿Sabía que el mamey, aparte de ser un delicioso postre, es un cicatrizante natural y muy bajo en grasas? Por lo consiguiente nos ayuda a lucir mejor y a prevenir algunas enfermedades. 

Ayuda a calcificar los huesos y por consecuencia nos previene de la osteoporosis, también nutre nuestro cabello, uñas y dientes.

El 70% del fruto es agua y contiene proteínas, vitamina A y C, Hierro, calcio, sodio, potasio, carotenos y carbohidratos. Sabiendo todo esto debemos comerlo más seguido. 

Así que el próximo sorbete (helado) de mamey que usted coma le estará proporcionando un antibiótico natural y le evitará problemas de infecciones estomacales y de visión por ser un gran bactericida.

Ayuda a prevenir la caries y propicia la recuperación de la tersura de la piel.

Adiós a los mosquitos

Pero no solo el fruto es benéfico, el látex o resina de sus ramas resulta ser un insecticida eficaz sobre todo en nuestra tierra tropical.

Evitamos las picadas de mosquitos y la misma resina se utiliza para tratar mordeduras de garrapatas para lo cual es muy efectiva.

Y la semilla...

Otra bondad de esta especie es su semilla, de la cual se extrae aceite que tiene doble función, una para elaborar productos de belleza y otra como antibiótico y desinflamante. Genial para el tratamiento capilar especialmente para humedecer y mejorar el crecimiento de las pestañas.

Las hojas en infusión combaten la fiebre y sus propiedades diuréticas hacen de esta maravillosa especie un magnífico depurador del cuerpo humano.

Es originario de América central y las islas del Caribe. En Yucatán tenemos grandes extensiones de cultivo de este regalo de la naturaleza en la Ruta Puuc, en las afueras de la población de Oxkutzcab. 

Tiene otros nombres como mamay, abricote, zapote mamey y (no podía faltar su nombre en maya) chacal haas. Está relacionado con la zapotilla o chicozapote que es el fruto del chicle (Manilkarazapota), con el caimito (Pouteria caimito) y con el canistel (Pouteriacampechiana), pero no lo está con el zapote negro (Diospyrosdigyna) ni con el zapote blanco.

(Casimiroaedulis). Tampoco se debe confundir con el otro tipo de mamey (Mammea americana L.).

Mi correo es: [email protected]

Lo más leído

skeleton





skeleton