|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Por José G. Huchim

Hoy en día las disciplinas científicas han avanzado considerablemente, y la arqueología moderna reclama la relación interdisciplinaria con otras ciencias, así como con las técnicas aportadas por otras profesiones, para hacer una mejor interpretación de los vestigios materiales.

La nueva arqueología abarca el estudio de localidades o ámbitos territoriales como son las ciudades, las regiones e incluso los estados. En la actualidad, a pesar de existir diversos enfoques para el estudio de las ciudades, los monumentos, las vías de comunicación, las áreas agrícolas y la infraestructura de los asentamientos, es ineludible el análisis del contexto geográfico.

Por lo tanto, la relación geográfica entre una ciudad, sea antigua o moderna, y su medio ambiente natural permite dimensionar dos escalas distintas de estudio: la regional y la local.

En este sentido la geografía urbana puede definirse como el estudio del establecimiento urbano, que incluye su situación, su sitio, su evolución y patrón de asentamiento. Además de clasificar los establecimientos urbanos en pueblos, villas y ciudades.

Los asentamientos prehispánicos son materia de estudio de la arqueología; sin embargo, los procesos sociales que se dieron en estas antiguas comunidades también pueden explicarse a la luz de los conceptos que nos puede proporcionar el urbanismo.

El urbanismo se puede definir como el estudio y planeación de las ciudades a partir de un conjunto de reglas y principios sobre la urbe que están relacionadas entre sí.

De este modo, el fin del urbanismo es la modelación y la remodelación de las ciudades logrando el diseño del ámbito espacial en donde el hombre realiza sus actividades sociales; este aspecto social da prioridad al bienestar colectivo.

Desde la disciplina del urbanismo y de la tarea de planificar y entender el funcionamiento de la ciudad, hay que relacionarla con su medio natural, a partir de los factores ambientales como: el clima, la geología y geomorfología, la hidrografía, la topografía, los suelos, la flora y la fauna.

Esto conlleva la identificación y análisis de una serie de factores culturales como son: uso del suelo y estructuras urbanas, vialidad, infraestructura de la ciudad, equipamiento urbano, densidad de población.

Asimismo, el estudio de las formas de tenencia y/o propiedad de la tierra, calidad de la vivienda, patrimonio cultural, imagen urbana, ecología humana.

Para poder reconstruir la historia de las sociedades extintas, como especialistas tenemos que echar mano de otras disciplinas como el urbanismo, del que ya hemos hablado, dimensionado su aplicación en el tiempo en que existieron esas sociedades.

Lo más leído

skeleton





skeleton