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Con cada paso que uno va dando la vida pasa marchando, vamos avanzando en una historia llena de altibajos, mucho más interesante que cualquier serie de televisión ¡Es más!, si mi vida y estoy seguro que la tuya las vendiéramos a Hollywood, ganaríamos irrebatiblemente el Óscar a la mejor película y sin duda alguna también al mejor actor, pues nosotros somos el principal factor de la obra que se derrite en momentos de tristeza y celebra en tiempos de júbilo. De hecho, somos también el director, quien mejor decide el rumbo, el que coordina y quien escoge el camino que, por supuesto, también como escritores, vamos marcando.

Nuestro papel en esta película puede ser de muchas formas, como el Frankenstein de corazón roto y reparado, el fantasma que asusta a todos, la princesita bien portada o el gran superhéroe invencible que, aunque sepa que no lo es, actúa como si lo fuera, pues, al final de cuentas, como eres el mejor actor, nadie notará la diferencia.

Y mientras avanza la historia nosotros también lo hacemos. Algunos pasos son de retroceso por algunas derrotas, pero muchos más son para adelante e incluso con saltos agigantados, ¿a poco no? Pero lo más importante de avanzar es nunca detenernos, al menos no por mucho tiempo, pues los semáforos y los letreros de alto se hicieron solamente por precaución, para hacer una ligera pausa y permitir que otros pasen, así como en la vida tenemos que permitir entradas y salidas a momentos especiales, personas, cosas y hasta mascotas, para después seguir avanzando y poder continuar la historia.

Sigue adelante sin conformismos, hasta que lo asombroso se vuelva sorprendente y lo sorprende increíble y lo increíble maravilloso y posteriormente se vuelva mágico hasta convertir lo imposible en posible. Sueña, ríe, llora, enójate, pero que la frustración, el qué dirán, las envidias y los miedos no te frenen. De todas maneras ni en las películas más taquilleras el final es como lo esperas. De hecho, esos son los mejores filmes y las novelas “best seller”, las obras en las que uno desconoce el final y resulta ser éste el menos esperado, pues el que vive con prejuicios o con deseos de finales especiales puede después quedar frustrado. Por eso lo importante es crearnos metas y luchar por ellas, pero generar a la vez un plan B, eso nos permitirá mantener siempre la calma aunque estemos derrotados, mientras continuamos avanzando rumbo a la conclusión del cuento.

Así pues, es ahora el momento ideal de ponernos los zapatos y levantarnos de la cama en este bello domingo, caminemos por la historia de nuestra vida y generemos nuevas aventuras, pues nunca es tarde para hacer nuestra vida más interesante; ¡de prisa!, escoge un título para el capítulo de hoy y sigue avanzando.

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