El Stentrode no es ciencia ficción
Aída López: El Stentrode no es ciencia ficción
Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos porque se convertirán en tu destino
Mahatma Gandhi
La ciencia ficción es vaticinio de un futuro próximo, anticipa los avances científicos y tecnológicos convirtiendo la ficción en realidad. La idea de vivir entre cyborgs era cinematográfica, no es mala idea remitirnos a Robocop o a Terminator para constatar que, como usualmente se dice, la ficción ya nos alcanzó. A finales de julio la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) autorizó a la Synchrom de Nueva York probar en humanos un dispositivo cerebral, alternativa para tratar, en primera instancia, la parálisis extendiéndose a la cura de daños cerebrales, ceguera y adicciones como lo externó el neurólogo Thomas Oxley, director ejecutivo de la empresa y neurointervencionista en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.
El Stent-electrode recording array (Stentrode) es una matriz de electrodos en un stent que se implanta en la yugular sin necesidad de una cirugía cerebral. A través del vaso sanguíneo viaja a la parte superior de la cabeza para recibir las señales eléctricas del cerebro; un segundo implante en el pecho conecta con la interfaz para enviar señales a un ordenador externo que a su vez controla otros dispositivos. Sí, es de locura pensar que una persona con su pensamiento podrá conducir hasta coches. Sin duda estamos transitando a otra era en la cual el planeta estará habitado por seres compuestos de humanidad y dispositivos cibernéticos, unos auténticos cyborgs como lo definió el psiquiatra estadunidense Nathan S. Kline ahí por la década de los sesenta.
La interfaz cerebro-computadora en un inicio será para fines médicos y eso es de celebrarse por la promesa de mejorar la calidad de vida de los parapléjicos. Un transmisor envía señales a un ordenador externo que a su vez controla otros dispositivos para hacer llamadas, enviar mensajes, pagar las cuentas bancarias, comprar por internet, pedir el súper y acceder a todos los servicios digitales.
Como dijo Gandhi habrá que cuidar más que nunca a los nuestros, pero de los hackeadores. Lo primera preocupación es respecto a la ciberseguridad, si se encuentra un dispositivo ajeno cercano se podrían estar enviando los pensamientos a este sin conocimiento del autor intelectual. Otro factor a considerar es el riesgo físico, si bien ya existen otros implantes seguros en humanos como el marcapasos, aún faltan estudios que demuestren que el Stentrode no ocasionará coagulación al implantarse en un vaso sanguíneo. Se calcula que de tres a cinco años ya esté disponible la tecnología en el mercado. Por ahora seis pacientes participarán en el ensayo del hospital Monte Sinai en paralelo con otro que inició el año pasado en Australia con cuatro enfermos.
En los próximos meses la palabra Stentrode estará en nuestro vocabulario y la RAE la incluirá. El humano del futuro estará listo para establecer contacto extraterrestre y emigrar a otro planeta.