William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA.-En estos días de muertos hay muchos vivos que están haciendo su negocio con la buena afluencia que se tiene de turistas en la ciudad, que prácticamente son acosados por enganchadores, turisteros y vendedores ambulantes de baratijas que deambulan en el primer cuadro de Mérida.

Caracterizados por tener facilidad de palabra, incluso varios con dominio de otros idiomas y de trato jovial, los extranjeros son el principal objetivo de estos personajes, que invitan a pasar a conocer artesanías, guayaberas, blusas bordadas de tiendas cercanas, aclarando que son precios de fábrica.

También hay bastantes que con carpetas en mano del establecimiento u agencia de viajes a la que representan, ofrecen “tours” a zonas arqueológicas, pueblos mágicos y cenotes.

“Tenemos varios paquetes al sitio donde quiera ir”, se escuchó decir a un enganchador que se encontraban frente a Catedral.

Los más insistentes al abordar a los turistas son aquellos que se dedican a vender pulseras y collares que ellos mismos elaboran.