El mundo está repleto de gente que se dice “líder”; sin embargo, si analizamos las características de todos ellos, algunos no cumplirían con las verdaderas y suficientes cualidades para poder liderar un proyecto e inclusive a personas. La calidad de líder se dice que es innata, aunque otros comentan que se hace y se prepara; al final, una combinación perfecta de las dos logrará moldear a la persona adecuada para que ejerza su liderazgo como debe ser, sacando lo mejor de todos y cada uno de los participantes en su proyecto. Cabe mencionar que existen varias acciones a las que recurren algunos, que merecen ser nombradas solo para demostrarles que no son tan líderes como piensan.

Aquí te comparto 5 acciones que te permiten ver que una persona carece de verdadero liderazgo:

1.- Gritar.- Alguien que pretende dirigir un equipo de trabajo por medio de gritos solo demuestra la falta de seguridad en sí mismo y falta de control ante las situaciones adversas. Esta persona cree que gritando logrará someter a todos porque nadie quiere verlo molesto.

2.- Culpar.- Cuando culpas a alguien muestras tu falta de sentido de responsabilidad, y más aún, tu percepción de trabajo en equipo. En cualquier situación el líder busca soluciones, no culpables. Por muy desesperado que sea el asunto se trata de resolver, no de acusar y señalar.

3.- Humillar.- El que humilles a alguien habla de tu pobreza interior. Tu falta de tacto y del sentido de humildad y sencillez se refleja en tu necesidad de hacer sentir mal a alguien solo para demostrar tu falsa autoridad ante los demás.

4.- Agredir.- Subir de tono en las acciones y ser agresivo nos dice qué tan débil eres como líder. Nada te da derecho a agredir a una persona, incluso, en algunos casos, aun teniendo motivo para hacerlo. Se trata de colaborar con gratitud y entusiasmo, no con temor y obligación.

5.- Calumniar.- Esta acción es recurrente cuando el que se dice líder tiene envidia de algún miembro del equipo, pues con la calumnia pretende frenarlo para evitar su crecimiento y que pudiera, en algún momento, quitarle su lugar. Su necesidad de controlar lo lleva a eso.

Estemos atentos a la acciones de nuestro líder para poder evaluar cuán bueno es y evitar malos resultados.