Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En varias ocasiones a lo largo de mi carrera en la investigación paranormal he topado con casos en donde los fantasmas que interactúan con las personas piden agua. De acuerdo con algunos libros, esto se debe a que se sienten debilitados y al pedir agua, la toman de forma espiritual y se recargan con la energía suficiente para continuar vagando en busca de cumplir su última voluntad.

A continuación presento un caso relacionado con este tema que me llegó vía correo electrónico, lo reproduzco de manera textual:

"Me llamo Ángel Rodríguez, soy de la ciudad de Mérida, pero hace 25 años aproximadamente cuando tenía entre 10 y 12 años, vivía en la ciudad de Palenque, Chiapas. Allí me sucedió algo muy extraordinario, inexplicable diría yo, que hasta la fecha me sigue erizando la piel y al que todavía no encuentro explicación.

“Una noche en la que me encontraba solo, insisto cuando era un niño, mis padres salieron y tuvieron la puntada de dejarme solo en casa bajo llave, en un inicio no me percaté de eso. Cuando ellos salieron estaba durmiendo, al despertarme, sólo atiné prender la tele y verla, lo cual me dispuse a hacer hasta que sucedió… mi espeluznante caso!!!

“La casa era muy pequeña y había pocas cosas a mi alrededor, la tele era una “GoldStar”, de las viejitas, de las que se cambian de canal con el clásico sonido “truc truc” en la propia tele, (aún la tengo), no tengo claro cuánto tiempo transcurrió cuando escuché en la puerta un saludo de ‘buenas noches’. Me di la vuelta y vi a través de la puerta ya que esta era una estructura de metal que en ese tiempo no tenía cristales ni nada, por lo que podía ver lo que estaba del otro lado.

“En la puerta se encontraba un señor que en el recuerdo le calculo entre 50 y 55 años de edad, de manos toscas y de apariencia afligida. Él preguntó por una persona que en ese momento no sabía de quién se trataba. Le respondí que no tenía idea de quién era y que definitivamente no vivía esa persona allí (pues se suponía era mi casa).

Pidió agua

"La cosa hasta allí no tenía nada en particular o de singular, la persona me pidió un vaso de agua, el cual le di de inmediato, fue en ese momento que me di cuenta que la puerta tenía llave y le tuve que dar el vaso de agua de lado por una de las ventanas de la puerta, el señor tomó el agua, después se tapó la boca con la mano como sorprendido y de manera cordial se despidió.

"A la llegada de mis papás, les comenté lo sucedido, los cuales de manera sospechosa se vieron entre sí, cosa a la que no le di mayor importancia.

"Días después mis papás y yo paseábamos y de pronto vi a una persona que tenía la misma apariencia del señor que me había visitado días antes en mi casa. Pero ésta, a diferencia era joven y caminaba de forma erguida y con mayor vitalidad. Ellos se vieron y me contaron lo que estaba pasando.

"Resulta que la persona por la que habían preguntado vivió en ese terreno antes de que mis papás hicieran la casa, él se había ahorcado en ese domicilio, y al parecer la persona que habíamos visto el día que salimos era hijo de ese señor. ¿Cómo explicamos el gran parecido? Lo que mis papás y yo hemos platicado por muchos años es que don Humberto (así se llamaba la persona) había llegado a preguntar por sí mismo al domicilio que antes era suyo.

"Por años se escucharon ruidos raros, pero nunca más vi a don Humberto, mis papás me creyeron porque tiempo después también escucharon una voz que daba las buenas noches y otros ruidos sin explicación. Tiempo después retornamos a Mérida y hasta la fecha no me ha pasado nada paranormal, pero estoy súper seguro de lo que viví fue una experiencia real y por eso decidí compartirlo con los lectores de esta sección".