La moda también está en Yucatán: Fernando Muñoz Carrillo

Fundó su empresa en medio de la crisis económica de 1994 y aprendió que a través del esfuerzo y persistencia se pueden hacer realidad los sueños

|
Fernando Muñoz Carrillo es dirigente de la Canaive, delegación Yucatán. (Novedades Yucatán)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Candelario Robles/Mérida
Impulsado por la necesidad, Fernando Muñoz Carrillo fundó su empresa en medio de la crisis económica de 1994. Por eso dice que de las crisis salen muchas oportunidades, siempre y cuando se ponga empeño y no se desfallezca a la primera. Se debe picar muchas piedras, tocar muchas puertas y no rendirse, pese a las adversidades.

En entrevista, el recién electo dirigente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) delegación Yucatán, narró que desde niño, por los negocios familiares, se relacionó con la industria del vestido, solo que desde la distribución de marcas de prestigio.

Con 50 años de edad, el dirigente empresarial narró cómo desde los 10 años disfrutaba asistir a la tienda de ropa de su padre para armar los aparadores, ver lo que estaba de moda en esa época y más tarde ingresar a la distribución de prendas de vestir y accesorios del momento.

En plena crisis de 1994 se enfiló hacia su primer negocio personal, no fue tarea fácil, pero la clave fue “no darse por vencido, tocar puertas, muchas puertas y se logra salir avante. Eso y el apoyo familiar, sin duda, porque esas fechas era muy difícil hacerse de créditos, y además eran muy caros”.

Muñoz Carrillo tiene claro su compromiso al frente de la Canaive, en la que ayudado por los demás socios busca llevar a Yucatán a ser referente de la moda nacional.

“La moda también está en Yucatán con nuestra guayabera, con nuestros bordados únicos, que son auténticas obras de arte que se pueden llevar al resto del país y el mundo”, afirmó.

¿Cómo fue su incursión en el sector empresarial?

Mi papá trabajó mucho tiempo para la desaparecida marca de camisas Aldo Puritan, siempre lo ayude a ir a ver a sus clientes; luego mi papá abrió una tienda de ropa que se llamaba exclusivas Yale, en la calle 58 entre 47 y 49, en Santa Ana.

Yo era un niño de 10 años y me encantaba llegar a la tienda. Era mi sueño ir. Me encantaba hacer los aparadores, atender el negocio y estar ocupado ahí. Más adelante, a los 15 años, le pedí a mi hermano ayudarle a vender una línea de cinturones y billeteras Paco Rabanne. Ahí empiezo a trabajar ya en el comercio de prendas relacionadas con el vestido. Abarqué dos estados de la Península, Campeche y Quintana Roo, así como Tabasco y Chiapas, esto ayudado con la lista de clientes de mi padre.

Fue una época muy bonita. Tenía como 17 años y fui comercio por comercio en Chetumal tocando puertas. Me costó mucho trabajo, hasta que encontré un cliente, que primero fue terrible venderle productos, pero ante mi insistencia logré venderle y volverlo un buen comprador, y después mi amigo.

Luego abrió una tienda en Mérida y lo seguimos teniendo de cliente. Fue una época que disfruté mucho, porque conocí muchas personas y muchos lugares.

¿Cómo empieza su empresa personal?

En 1994 conocí a la mujer de mi vida y empiezo a salir con ella, nos volvemos novios y nos casamos. Pero viene el error económico de diciembre del 94 y se acaba la felicidad económica. De haber logrado un tercer lugar nacional en ventas de la línea que trabajaba, me quedé sin trabajo. Pero además, ya no podía levantar pedidos porque no había créditos para vender, como apenas meses antes. Y ya no tenían para pagar mis comisiones, esa fábrica quebró al año siguiente.

Entonces, esa vida tan maravillosa que tenía, en que estudiaba y tenía buenas ventas, se acabaron. Ahora, ya casado y sin trabajo, todo lo que le ofrecía a mi esposa ya no existía. Fue muy difícil, porque uno nunca sabe qué hacer.

Entonces se me ocurre reactivar un negocio de agendas que me había funcionado dos años anteriores, pero nadie daba a crédito y la propia empresa para la que antes trabajaba me negó el crédito, porque no tenía trabajo. Entonces, con un préstamo familiar, empecé a vender de nuevo las agendas.

Fue de comercio en comercio, hasta que me encontré a los dueños de una librería a los que me arriesgué a darle crédito, que en esos días no se otorgaba a nadie, no tenían para pagar la mayoría de los comercios; afortunadamente logramos vender cinco mil agendas.

Después me hago representante de ventas de una marca de camisas de Guadalajara muy importante y me voy perfilando a instalar mi empresa independiente.

Con esa firma de ropa adquirí mucha experiencia, incluso con el distribuidor de la ropa exclusiva de la extinta cantante Selena Quintanilla. Después colaboré con un grupo empresarial muy importante de Yucatán e instalamos una maquiladora de ropa. Ahí entendí todo el proceso de la industria del vestido: desde la compra de tela, el patronaje, el corte, la confección, el control de calidad, el etiquetado, el empacado y la venta. Ahí logré proyectar el negocio que actualmente encabezo: la fábrica de uniformes. Hace 17 años, en 2002, ahí empiezo con mi propio negocio.

¿Fue difícil emprender en ese tiempo?

Al empezar con mi negocio…, todos lo comienzos son difíciles, pero mis amigos confiaron en mí, en mi familia y me apoyaron dándome créditos. Con eso empecé y hasta el día de hoy. Primero empezamos a maquilar, luego compré mis máquinas y las di en comodato para continuar el trabajo, y es así como poco se va creando y consolidando Uniformes Muñoz. Actualmente, distribuimos uniformes para la industria del turismo en la Riviera Maya y otros estados de República Mexicana.

¿Cómo fue su incursión a la Canaive?

Me invitó Pedro Góngora a participar con él. Para mí fue un aprendizaje llegar a la cámara.

Aprendí muchas cosas nuevas al ver todo lo que se hace. Además, todo lo importante que significa Canaive para la economía local, desde la generación de empleos y la llegada de inversiones al sector manufactura.

Les quiero decir que la Canaive genera casi 16 mil plazas laborales, tiene más de 50 talleres que generan 110 módulos de empleo. Me invitaron y yo me fui poco a poco sumando a todos los trabajos que se hacen, al desarrollo de ese importante laboratorio de diseño y patronaje, hoy por hoy hay 250 empresas. Cuando entro acá me doy cuenta del número de familias que viven gracias a la Canaive, en que hay gente comprometida a llevarles bienestar.

¿Qué viene para el sector de la industria del vestido?

Me quiero enfocar a seguir desarrollando el diseño y la moda. Convertir a Yucatán en un polo de la moda, como lo es Guadalajara, Jalisco. La moda también está en Yucatán con nuestra guayabera, con nuestros bordados únicos, que son auténticas obras de arte que se pueden llevar al resto del país y el mundo.

¿Cómo es un día familiar en la vida de Fernando Muñoz?

En la familia de mi esposa siempre se tuvo la costumbre de que los domingos se comía con la abuelita, que en paz descanse.

Hoy continuamos con la costumbre de que los domingos son 100 por ciento familiar. Tengo la dicha de haber enseñado a mis hijos a patinar, a que montaran su bicicleta, a que aprendieran a nadar. Para mí el entorno familiar es lo más importante que pueda existir. Bendito sea Dios, el pasado 4 de marzo, cumplí 24 años de casado, con mi esposa Margarita Calero Faller. Yo no entiendo cómo hay papás que se desentienden de sus hijos. Ellos se lo pierden.

¿Cuál es su música favorita?

La música en español. Todos los éxitos de los años 80. Son las que más escucho.

¿Su comida favorita?

Mi comida favorita son las carnes asadas. Traigo un asador casi, casi hasta en el carro. La carne asada me encanta.

¿Cuál es su lugar favorito para viajar?

A todos los lugares. Siempre he dicho que los viajes ilustran mucho. A cualquier parte que vayas de la región, de México o fuera del país, siempre te dejan enseñanzas muy positivas, y conoces mucha gente.

Lo más leído

skeleton





skeleton