Jorge Carlos Ramírez Marín, listo y dispuesto a afrontar nuevos retos como político
Preocupa al diputado federal por Yucatán el desarrollo de la población, principalmente, de la juventud.
Luis A. Boffil/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Jorge Carlos Ramírez Marín es un político directo, lejos de las ocurrencias y las falsas vanidades.
El priista, con amplia trayectoria en las lides locales, nacionales e internacionales, siempre le apuesta al diálogo, a los consensos, los acuerdos. “Yo no tengo enemigos, pero no sé si algunos sienten que yo soy su enemigo. Cuestión de enfoques”, dice en entrevista con Milenio Novedades.
En la amplia y confortable sala de su residencia, en una esquina del fraccionamiento Campestre –no muy lejos de donde vivía el inolvidable locutor Jorge “El Primo” Abraham-, Jorge Carlos, actual vicecoordinador de la fracción tricolor en la Cámara de Diputados, es uno de los políticos que suenan para la “grande” en las elecciones de 2018 en Yucatán, pero no se desespera, y sostiene que, por el momento, su labor está apegada totalmente como legislador y en cómo procurar el bienestar a los mexicanos en general con la aprobación de leyes.
Sonriente, muy relajado, Jorge Carlos afirma tener un corazón muy sano, trepidante, con más energía para que, más adelante, esté en las condiciones que se requieran para afrontar nuevos retos.
En amplia y variada plática, en la cual se habló de todo un poco, incluso de cocina y gastronomía que es –lo admite- una de sus pasiones, destaca su amor por Yucatán. La “Tengo la fortuna de ser yucateco y estar siempre enterado de lo que sucede en mi estado, a pesar de mis actividades en la capital del país”, dice.
Destaca la labor del gobernador Rolando Zapata Bello al frente de la entidad en los recientes cuatro años, “y eso que en sólo el primer año, consiguió cosas importantes y preparó el terreno para los siguientes”.
“Rolando no ha tenido necesidad de recurrir a trucos, ni artificios, ni eventos organizados para lucirse; simplemente detectó las necesidades de la población y aplicó estrategias efectivas para dar los pasos iniciales y resolver problemas”, señala.
Si algo preocupa a Ramírez Marín, ex titular de la Sedatu durante los dos primeros años de la gestión presidencial de Enrique Peña Nieto (y tercer “boxito” en ocupar una Secretaría de Estado después de Beatriz Zavala Peniche, responsable de la Sedesol, con Felipe Calderón Hinojosa, y de Víctor Cervera Pacheco, en la Reforma Agraria, cuando gobernó Carlos Salinas de Gortari), es el desarrollo de la población en general y, principalmente, de la juventud.
“No hay que olvidar que si son jóvenes y pobres, resulta una bomba molotov; si son jóvenes, pobres y adictos, una bomba de mayor calibre; y si son jóvenes, pobres, adictos y ociosos, entonces sale una bomba atómica”, explica.
Ante este panorama, Jorge Carlos se ha enfocado a laborar desde la Cámara de Diputados para que las poblaciones rurales de Yucatán, habitualmente marginadas y sin recursos, tengan mayores oportunidades para desarrollarse.
Y se pregunta: “¿Por qué un joven de Mérida tiene mejores oportunidades que uno de Acanceh, por ejemplo?”. Y se responde: “Porque tiene un entorno mejor a su alrededor, pero si en Acanceh llevamos trabajo, oportunidades productivas, construimos parques, jardines, campos deportivos, entonces los jóvenes se mantendrán en su comunidad y, a la vez, dependerán menos de Mérida para conseguir sus satisfactores”.
“El objetivo del político no se centra en encender la luz, se trata de que existan condiciones para que, desde el principio, no exista oscuridad”, detalla el también ex dirigente estatal del PRI a mediados de la década de los 90.
Una de sus prioridades es revitalizar las ciudades intermedias (o medias) de Yucatán, en referencia a las poblaciones rurales con amplio potencial. La base principal, elemental, es mejorar el ingreso de las familias.
Cita otro ejemplo como Chicxulub Puerto, quizá la principal comisaría de Progreso. “Este lugar está lleno de extranjeros, en su mayoría canadienses; entonces, si mejoras el poblado, lo dotas de infraestructura, de seguridad, entonces habrá derrama de recursos económicos. A los canadienses les gusta estar por esa zona de Yucatán, y si, además, los motivas para que aporten sus conocimientos, su cultura, entonces Chicxulub Puerto sería una gran ciudad media”, sostiene.
También se dio tiempo para hablar sobre el mandatario estadounidense, Donald Trump, y su política hostil hacia México. “¿Qué ha ganado Trump con lanzar agresiones, insultos a los mexicanos? Sólo la indignación del pueblo de México y descubrir las políticas erróneas de su administración, además de un desgaste mundial de los Estados Unidos y de los propios estadounidenses hacia su mandatario”, afirma.
Al mismo tiempo, Ramírez Marín reconoció la labor diplomática de México para hacer frente al país más poderoso del mundo.
Y en cuanto a sus futuras aspiraciones políticas, Jorge Carlos Ramírez dice no estar desesperado. Y culmina con una frase que recuerda de Herbé Rodríguez Abraham –“una persona que estimo mucho y le tengo gran respeto”-, alcalde de Mérida en la década de los 80: “No puedes tirar a primera base, mientras no tengas la pelota en la mano”.