Yucatán: Casas de verano de Progreso, dañadas por la erosión
Ante la falta de vegetación costera y la mala ubicación de predios a la orilla del mar, el agua se ha convertido en un grave problema
MÉRIDA, Yucatán.- La erosión sigue siendo un problema para las casas de playa en Progreso y sus comisarías, en varias zonas el mar impacta directamente en los cimientos de las construcciones.
Ante la falta de vegetación costera y la mala ubicación de predios a la orilla del mar, el agua se ha convertido en un grave problema para las bases de las construcciones de playa en áreas de Progreso y comisarías costeras, porque el embate de las olas causa junto con la arena la erosión paulatina de las construcciones, comprometiendo la estabilidad de las estructuras y daña los cimientos.
Los constantes embates que sufren las casas de playa al estar cerca del mar han dejado en evidencia los daños que la erosión provoca en estas propiedades, donde las olas y el viento han provocado la caída de bardas, escaleras y demás estructuras.
De acuerdo con datos de las autoridades ambientales, el problema de erosión en estas viviendas radica en su mala ubicación, al estar asentadas sobre la duna costera, sitio que nunca se debió ocupar, porque funciona naturalmente como línea de defensa para el rompimiento del oleaje, de manera que el agua se queda en sus arenas.
Sin embargo, en Chuburná, Chelem, zona oriente de Progreso y en Chicxulub Puerto, las casas están asentadas a la orilla del mar, en playas de mucho menos de 10 metros de largo, por lo que resienten de manera directa los efectos de las marejadas y vientos por efectos de norte y otros fenómenos meteorológicos.
Aunado a esta situación, según se indicó, la tala y eliminación de vegetación en las playas ha orillado al recrudecimiento del impacto ambiental a las zonas costeras, ya que no existen sistemas naturales de acumulación de arenales, función que deberían de estar cumpliendo la flora del lugar que además en tiempos de fenómenos meteorológicos se convierte en barrera para el oleaje de tormenta, impidiendo que este impacte con mayor fuerza la propia duna costera.
Ante estas situaciones, las autoridades en la materia, han tomado acciones como la colocación de espolones, instalación de tubos en el mar a manera de “rompe olas” y trabajos de relleno en diversas áreas de playa, sin embargo, esta lucha constante con el cambio climático, solo busca reducir un tanto el impacto del mismo; por lo que para el 2050, se estima podría ser necearía la demolición de las casas de primera línea a fin de proteger el equilibrio natural y salvaguardar la integridad física de sus ocupantes.
En diversos puntos de los puertos de Progreso, el nivel del mar se mantiene pegado a las casas eliminándose toda la zona de arenales, a lo largo de todo el año y sin la necesidad de que existan condiciones meteorológicas extraordinarias para dicha situación, lo que se ha convertido en factor determinante, que denota el avance que ha tenido el problema en los últimos años.
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