Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Por el alto nivel de las instituciones superiores que tiene Estados Unidos, éste es un polo de atracción de estudiantes de diferentes grados que buscan formación desde idiomas hasta una especialización o post doctorado.  

De acuerdo con la jefatura de la sección consular, en 2015 se emitieron 1,202 vistas como parte del Programa de Visitante de Intercambio y prevén superar la cifra este año.

Según los reportes de 2014, se expidieron mil 552, un número extraordinario porque ese calendario se aplicó el programa piloto “Proyecto 100 mil”, con el que se propició el intercambio de maestros  y alumnos que estudiaron cursos intensivos de inglés.

Mérida, además de ser sede del consulado americano en toda la Península, es un punto estratégico para reunir de estudiantes foráneos. La capital yucateca ha sido elegida en dos ocasiones para ser sede de la Feria de la Movilidad Estudiatil. En la primera edición se registraron 700 participantes y en la de 2015 aumentó a 900.

Para conocer más sobre las maneras de cómo estudiar en este país norteamericano, existe en Mérida el Centro de Asesoría “EducationUSA”, presidido por Enrique Lara Nuño, que atiene al nivel peninsular (Yucatán, Campeche y Quintana Roo).  

Esta organización está ubicada en el tercer piso de la Biblioteca del Campus de Ciencias Sociales, Económico-Administrativas y Humanidades, al interior de la Coordinación General de Cooperación e Internacionalización de la Uady.

La asesoría educativa que brinda “EducationUSA” es gratuita, e incluye orientación sobre el procedimiento para realizar estudios a nivel superior en Estados Unidos, acompañamiento cercano de los solicitantes durante el proceso de inscripción a algún programa e información de becas de diferentes instituciones, así como datos generales de financiamiento.

Este servicio forma parte de la Comisión México-Estados Unidos para el intercambio educativo y cultural, un organismo binacional encargado de administrar los programas de becas “Fulbright-García Robles”, en honor del senador J. William Fulbright, quien impulsó el reconocido Programa Fulbright en 1946, y del embajador emérito mexicano y Premio Nóbel de la Paz, Alfonso García Robles.