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“En un par de ocasiones se me ha aparecido la muerte, pero he sido fuerte para vencerla, expresó el expúgil.
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Por Henry Chablé/Mérida
A lo largo de los años, el boxeo es el deporte que más glorias ha dado a Yucatán, a nivel nacional e internacional, por eso es que históricamente el Estado es considerado como “Cuna de Campeones”.

 Un claro ejemplo de los grandes pugilistas que ha dado Yucatán, sin duda, es Miguel Arcángel Leal López, mejor conocido como “Pulgarcito”, un diminuto boxeador izamaleño que en su momento se comportaba como un auténtico guerrero sobre el ring, de esos de que no se rajan, lo que lo llevó a pelear hasta Pusán, Corea del Sur, ante Jung Koo Chang, con quien perdió en un cerrada decisión.

 Sin duda uno de los combates que el “Pulgarcito” nunca olvidará es la del 1 de mayo de 1982, en el ya desaparecido Parque “Carta Clara”, fecha en la que cayó por nócaut técnico en 10 asaltos ante el argentino Mario de Marco, derrota que lo puso al borde de la muerte, pues fue bajado del ring en camilla tras sufrir una conmoción cerebral, por lo que de inmediato fue operado por el neurocirujano René Herrera Morales.

Fueron tres operaciones intracraneanas a las que fue intervenido el izamaleño, de las cuales logró salir avante milagrosamente.

 Secuelas

 Ese terrible suceso truncó su carrera pugilística que parecía sería brillante, y con el paso de los años esas lesiones cerebrales presentaron secuelas en su cuerpo, como la que sufre actualmente en la pierna izquierda, la cual no puede mover, además de que el 12 de julio pasado sufrió un infarto, situaciones que hacen imposible que se pueda desempeñar laboralmente, y es por eso que pide ayuda para poder sacar adelante a su familia.

 “Tengo muchas dificultades para caminar, cuando iba a mi trabajo me caía a la hora de abordar los camiones. Era algo muy difícil. Después del infarto me incapacitaron para trabajar, eso me tiene estresado porque no puedo ayudar a mi esposa Lucía Canché Urtecho y mis hijas, estamos pasando un momento complicado”, comentó Leal López durante la entrevista realizada en su casa, donde estuvo acompañado de su pareja y de su entrañable amigo y ex mánager, José “Pepe” Quijano Quintal (hijo de Víctor Manuel Quijano, quien fuera campeón nacional pluma en la década de los 50).

Con éste último había roto relación deportivas poco antes del combate con De Marco en el que sufrió la conmoción cerebral, pero después volvieron a ser amigos.

Durante la entrevista lo acompañaron su pareja y su entrañable amigo y ex mánager, José “Pepe” Quijano Quintal.

 Pide ayuda por serios problemas económicos

Desde 2006, el “Pulgar”, de 63 años, se desempeñaba como intendente en la SEP.

“Estoy preocupado porque mis hijas no tienen la posibilidad de estudiar por falta de apoyo, además de que no nos alcanza con lo que gana mi esposa, quien también es intendente.

En ocasiones me han dado ganas de darme un balazo”, comentó el ex pugilista. “En par de ocasiones se me ha aparecido la muerte, pero he sido fuerte para vencerla. También se me apareció la Virgen de Izamal, a la cual soy devoto.”

El ex campeón yucateco pide a las autoridades gubernamentales que pongan las manos en el corazón para que sea pensionado por invalidez permanente.

“Ojalá puedan hacer caso a mi petición, yo nunca he sido flojo, al contrario, me gusta trabajar, pero mi salud me lo impide, me faltan sólo dos años para poder ser jubilado”, apuntó.

Por último, agradeció a las personas que lo han ayudado en los momentos difíciles, como son los Dres. Hébert Canul y Julio Villanueva y la profesora Adlemy Catalina Arjona, encargada de apoyarlo en la SEP.

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