Por 'exceso de bañistas' peligra ecosistema de Dzibilchaltún
Autoridades realizan estudio para analizar el posible límite en el número de personas que entran al cuerpo de agua.
Ana Hernández/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Exceso de bañistas y especies ajenas amenazan el ecosistema del cenote Xlacah, de la zona arqueológica de Dzibilchaltún. Ante esta situación se acordó instalar una mesa técnica conformada por el INAH, Semarnat, Seduma y Conanp para su preservación.
Los dos factores que ponen en riesgo la sustentabilidad del yacimiento, el exceso de bañistas y especies de peces ajenas al ecosistema, ocasionan un deterioro en las condiciones de vida. A esto se suma el excesivo crecimiento del lirio acuático, que altera el nivel Ph (acidez) del agua y la vuelve ácida y con menos oxígeno.
“Si no hacemos algo ahora, podría acabar muerto el cenote en el futuro”, consideró el director de la zona arqueológica, Ilan Vit Suzan.
Ante este panorama, se efectuará una investigación que “nos dará una base científica para determinar las estrategias de operación y el uso del cenote, tanto en lo cultural como en el tema ambiental”.
“Hemos observado que entran 100 personas por hora en un día, hablando de fin de semana, y esa cantidad es constante cuando llega un crucero a Progreso, que trae a Dzbilchaltún a alrededor de 300 personas en un día y la mayoría entra al agua”, explicó.
Este análisis se hará acorde con las disposiciones del reglamento para el manejo y conservación de los cenotes de la entidad, para definir los lineamientos para el número de bañistas que puede tener.
En julio de 2014 entró en vigor Reglamento de la Ley de Protección al Medio Ambiente en Materia de Cenotes, Cuevas y Grutas, con la finalidad de que el Gobierno, a través de la Seduma, procure la protección, restauración y preservación de esos ecosistemas, con el objetivo de prevenir su contaminación y propiciar su aprovechamiento racional y sustentable.
Esta decisión se tomó ante la vulnerabilidad del acuífero al deterioro ambiental, resultado de las actividades antropogénicas en la superficie, porque el impacto potencial va desde los vertimientos de sustancias contaminantes, directa o indirectamente al cuerpo de agua, consistentes en desechos domésticos, hospitalarios, agropecuarios o industriales, hasta las modificaciones directas del ecosistema o su entorno mediante adaptaciones para facilitar el acceso al espejo de agua, la remoción de la vegetación.
Continúan hallazgos
En el cenote de Dzibilchaltún los descubrimientos no han terminado, pues no solo se han extraído más de tres mil vestigios, entre fragmentos y piezas completas, sino también aguijones de mantarraya que los mayas utilizaban en el autosacrificio.
El director de la zona arqueológica, Ilan Vit Suzan, señaló que con técnicas de fotogrametría, de video se puede registrar toda la información sin sacar nada de material y mínimas muestras se pueden hacer estudios de gabinete. El cenote de Dzibilchaltún 100 años después, se ha convertido en un sitio de investigación y sigue siendo un yacimiento vivo con mucha fragilidad, siendo un entorno ecológico de mucha importancia, toda vez que tiene especies endémicas que requieren de cuidado y atención.
“A finales de la década de los 50 se hicieron dos años de exploración subacuática y en el último año tres buzos llegaron a registrar más de 200 horas de inmersión. Se trató de hacer una retícula en la superficie del alud del cenote y llegaron a extraer vasijas enteras, muchas policromadas con imagen", concluyó.