La industria de las exportaciones en Yucatán advirtió que el cambio de Gobierno federal, así como las próximas elecciones en Estados Unidos, mantienen con cierta incertidumbre al sector, pues el 80 por ciento de lo que exporta México y el 85 por ciento de lo que envía el Estado va a ese vecino país.

Al respecto, el presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), Alejandro Guerrero Lozano, explicó que, por ahora, los empresarios han tomado ciertas precauciones en algunos sectores productivos, con respecto a la elección del nuevo Presidente de la Unión Americana.

“Sí está habiendo un poco de precaución por parte de los clientes en el extranjero en cuanto a las nuevas órdenes de producción y pedidos”, indicó.

A pesar de ello, el dirigente empresarial estimó que al cierre de este 2024 se podrá alcanzar un récord en cuanto a las exportaciones, toda vez que en el 2023 se tuvo un alza de entre un 14 y 15 por ciento en el envío de productos, no sólo hacia Estados Unidos, sino al resto del mundo.

Recordó que durante el año pasado se alcanzó una cifra de mil 677 millones de dólares de exportación, sólo del sector de Index, mientras que para que este 2024 se espera rebasar los mil 850 o mil 900 millones de dólares, los cuales señaló, pudieran significar un porcentaje de crecimiento inferior al 2023, aunque será un alza constante anual.

“Este es un año atípico, al tener las elecciones en Estados Unidos hay algunos proyectos que están en espera de ver quién gana la contienda presidencial en ese país, y en función a eso se definen porque, por ejemplo, ya Donald Trump dijo que en caso de ganar le va a poner aranceles a todos los autos que se fabriquen en México de origen chino para exportar hacia Estados Unidos”, explicó.

Guerrero Lozano señaló que en ese contexto, resulta lógico que algunos proyectos estén detenidos o se pausen. Añadió que si ganara Kamala Harris, del Partido Demócrata, todo continuaría igual.

Sin embargo, en caso contrario, se promoverían aranceles de un 200 por ciento a los autos chinos fabricados a México, así como una deportación masiva de gente, lo cual afectaría a la exportación e, inclusive, a las remesas