Familia unida en la fe supera adversidades

Javier Ortiz Fajardo, invitado al programa y quien padeció leucemia siendo un adolescente, comparte con los radioescuchas, junto con su padre, su testimonio de vida.

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(SIPSE.com)
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El programa “Salvemos una vida”, que se transmite por Amor 100.1 FM de Grupo SIPSE, tuvo ayer como invitados al señor Eduardo Ortiz Santos y su hijo Javier Ortiz Fajardo, quienes compartieron con el conductor Jorge Barrera y el auditorio el tema: “Testimonio de vida basado en la Fe y la Esperanza”.

Al iniciar su intervención, el joven Javier Ortiz, quien tiene 20 años de edad, comentó que a los 14 años fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo.

“En la etapa cuando importan los juegos infantiles, las tareas y calificaciones escolares vino esta enfermedad a mi vida. A pesar de que fue duro aceptar el diagnóstico de que tenía cáncer en la sangre, fue muy importante el apoyo de mi familia. Pasamos un momento de duelo y, al no aceptarlo, pedimos una segunda opinión en una clínica de renombre, donde me dijeron que no tenía nada. Sin embargo, a los cuatro meses el cáncer se me presentó de forma agresiva y me ingresaron de urgencia porque amanecí muy mal. Nunca me había afectado tanto la noticia, porque ya me habían dicho que no estaba enfermo”, comentó.

Javier dijo que recibir la confirmación de que tenía cáncer requería iniciar el tratamiento de inmediato porque había avanzado.

“Mis padres siempre me enseñaron a aférrarme a la vida. Por ello, decidimos iniciar el tratamiento de emergencia sin ninguna garantía de que iba a funcionar, era más bien cuánto tiempo iba a aguantar, porque el cáncer ya había hecho metástasis.

Afortunadamente, mi cuerpo respondió bien al tratamiento, estuve internado dos meses en terapia intensiva y en ese tiempo estuve grave, porque se me presentaron hemorragias internas”, compartió.

“Gracias a Dios superé esa etapa, a los tres días desaparecieron. Fueros de las noches más difíciles de mi vida y de mi papá, porque los médicos le dijeron que se prepara, junto con mi mamá, porque posiblemente era la última noche que iba a estar con ellos. Sin embargo, mi padre, en su optimismo, le dijo a mi mamá que yo estaba muy bien. Y al final logré salir adelante”, narró el joven.

Continuó su testimonio comentando que una vez superado el cáncer se tuvo que enfrentar a otro enemigo: la depresión, por lo que el doctor decidió enviarlo a casa por días.
“Iba a mi casa, luego regresaba al hospital y cuando fui mejorando sólo me quedaba un par de días. Me hizo bien porque había nacido una de mis hermanitas y quería verla. Ahí es donde vemos que los tiempos de Dios son perfectos, porque llegó en un momento en que vino a alegrar nuestra vida”, manifestó Javier.

Mi enfermero

“El enfermero que se hizo cargo de mí las 24 horas del día fue mi papá, porque yo no podía caminar y perdí mucho peso, llegé a pesar 32 kilogramos. Por eso tengo muy buena relación con mi padre, él tomó esa gran responsabilidad de cuidarme; dejó todo lo material, lo laboral, en donde le estaba yendo muy bien, para cuidar de mí. Creé un gran vínculo con él, es mi gran amigo. Comprendí a partir de lo que viví, que puedo incentivar a los jóvenes que sienten que su vida no tiene sentido”, expresó.

Javier Ortiz dijo que en el tiempo en que se recuperaba fue víctima de discriminación por parte de muchas personas, incluso de quienes consideraba sus amigos
“Eso poco me importó, por el gran amor que recibí de mi familia. Hoy puedo decir que, gracias a Dios, tuve leucemia, porque ahora comprendo la vida de una manera muy diferente, la amo y me sirvió para ser herramienta para otras personas. El año pasado, gracias a Dios, se me dio el alta definitiva por parte de los médicos”, indicó.

Don Eduardo Ortiz, por su parte, comentó que al casarse hizo una promesa a Dios de estar en las buenas y las malas situaciones con su familia; sin embargo, el cáncer diagnosticado a su hijo le daba temor.

“Hay ocasiones que, ante un diagnóstico de este tipo, las familias se separan, los padres se divorcian al no poder asumir la responsabilidad. Sin embargo, con la oración y entrega a Dios pudimos superarlo. Fue algo muy difícil, pero como familia vamos saliendo de ellos, luchamos fuerte en este camino, son muchas las experiencias a lo largo de ocho años y medio que vivimos. Ahora mi hijo sigue con los chequeos cada cierto tiempo y seguimos en el día a día, luchando, hay que apegarse a la fe”, expresó.

Mensaje guadalupano en Mérida

Los días viernes 23 de junio, de 20:00 a 22:00 horas, y el sábado 24, de 18:30 a 20:30 horas, monseñor Eduardo Chávez, postulador de la causa de canonización a San Juan Diego, impartirá en esta ciudad las conferencias “Aspectos históricos del mensaje guadalupano” y “Vigencia del mensaje guadalupano”, respectivamente, en el Instituto Cumbres de Mérida.

Este evento es organizado por el Consejo de Caballeros de Colón 18211 “Benedicto XIV”, que se reúne todos los jueves en la Parroquia de Santa Ana, a partir de las 20:30 horas.
La cuota de recuperación, que incluye el acceso los dos días, es de 200 pesos. Para mayores informes, comunicarse a los teléfonos 9999-24-14-14 y 9999 28-53-71.

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