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La fibrosis quística es una de las enfermedades genéticas más graves y frecuentes en niños. (Novedades Yucatán)
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MÉRIDA, Yuc.- La fibrosis quística es una de las enfermedades genéticas más graves y frecuentes en niños, que sin un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, lleva a la muerte en etapas tempranas de la vida. 

En México, una de cada 60 personas es portadora del gen de fibrosis quística, por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán informó sobre esta patología, que se caracteriza por ser crónica y por afectar, principalmente, al sistema respiratorio y digestivo.

¿Qué es la fibrosis quística?

La doctora María José Bravo Chang, coordinadora clínica de Medicina Interna, explicó que la fibrosis quística es una enfermedad pulmonar que se presenta con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes.

Se caracteriza por generar la formación de un moco anormal, más espeso y con cantidades de sales desequilibradas en el aparato respiratorio.

Dicho moco desencadena la formación progresiva de tapones de mucosidad en las vías respiratorias que infectan, deforman y hasta pueden llegar a dañar severamente al pulmón condicionando una mala calidad de vida.

Lo anterior también ocasiona que el aparato digestivo no absorba los nutrientes de los alimentos y provoca diarrea, por esto las y los niños pueden llegar a presentar desnutrición severa y dejar de crecer.

“Cabe señalar que la fibrosis quística es un trastorno hereditario en el que ambos padres son portadores, generalmente asintomáticos, de la enfermedad”, indicó la especialista.

Síntomas

Los síntomas de la fibrosis quística varían, además es posible que algunas personas no experimenten síntomas hasta la adolescencia o la edad adulta; sin embargo, algunos de los signos que pueden registrarse, son: 

  • Episodios de tos por más de tres semanas.
  • Tos persistente que produce moco espeso (flemas).
  • Infecciones respiratorias; silbidos en el pecho.
  • Sinusitis.
  • Evacuaciones anormales con grasa.
  • Pérdida excesiva de sal por el sudor (lo que se conoce como deshidratación).
  • Aspecto delgado e incapacidad para ganar peso a pesar de tener un buen apetito.
  • Diarrea crónica o evacuaciones con grasa.
  • Falta de aire con actividad física.

Si presenta los síntomas anteriormente señalados, es importante acudir a su Unidad de Medicina Familiar del IMSS, donde su médico realizará la valoración pertinente y otorgará el tratamiento correspondiente a su caso, o de ser requerido lo canalizará al especialista de segundo nivel de atención.

 

 

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