Yucatán, bajo nueva amenaza por fiebre amarilla

A diferencia del dengue y chikungunya, se puede prevenir con una vacuna y puede ser mortal.

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El mosco Aedes aegypti, mosco transmisor del dengue y chikungunya, también representa una amenaza porque inocula en los humanos la fiebre amarilla, potencialmente mortal. (Archivo/NTX)
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José Salazar/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La fiebre amarilla, transmitida por el mosquito aedes aegypti, representa hoy en día una amenaza latente para Yucatán, como en su momento lo fue el virus del dengue y chikungunya que actualmente afectan a gran parte de la población, advirtió Carlos Machain Williams, investigador de la Uady.

El especialista del laboratorio de arbovirología del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), habló en conferencia impartida previa a la clausura del Tercer Congreso Mesoamericano de Ciencias Médicas organizado por la máxima casa de estudios.

“La introducción de diferentes arbovirus debido a la globalización y los viajes que realizan personas de un continente a otro, combinados con la presencia del mosco vector y las condiciones climáticas pueden dar pie a epidemias inesperadas como es el caso de la fiebre amarilla. Esta enfermedad es endémica de las zonas tropicales de África y América y, a diferencia del chikungunya, es prevenible por medio de la vacuna D-17”, señaló Machain Williams.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el planeta se registran unos 200 mil casos de fiebre amarilla, 30 mil de estos pacientes fallecen. El 90 por ciento de los casos ocurren en África en población no vacunada.

“Si no conocemos la historia, tendemos a repetirla con los mismos errores, es por eso que es importante estar enterados como a través de la colaboración se logró la represión de un virus tan importante como el de la fiebre amarilla y de ahí la generación de la vacuna. Sin embargo, no deja de ser importante el hecho de que pueda resurgir esta enfermedad”, aseveró.

Explicó que la fiebre amarilla es una enfermedad causada por un flavovirus que, una vez contraid y cuando ha pasado el período de incubación de tres a seis días, la infección puede presentarse en dos fases: la primera se caracteriza por fiebre acompañada de dolor de cabeza y de forma intensa en la espalda, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. 

En la fase dos llamada tóxica, se presenta fiebre elevada, la piel del paciente se torna amarilla y padece dolor abdominal y vómitos. 

El investigador de la Uady señaló que la mitad de los pacientes que ingresan a la fase tóxica de esta enfermedad fallecen en un plazo de 10 a 14 días, la otra mitad se recupera sin daños orgánicos importantes. Esto depende que tan dañado se encuentre el hígado del paciente por los efectos previos del alcohol y el consumo de medicamentos como el paracetamol.

El diagnóstico es difícil en fases tempranas porque puede confundirse con paludismo, dengue hemorrágico, hepatitis viral y otros flavovirus como virus del Nilo, zika y chikungunya. El método más eficaz para el diagnóstico de la fiebre amarilla son las pruebas de laboratorio. Al igual que las enfermedades mencionadas no existe un tratamiento o medicamento que cure esta enfermedad.

Finalmente, Carlos Machain hizo énfasis en la prevención que debe de hacer para evitar el resurgimiento de esta enfermedad que ha estado presente en siglos pasados en el estado sobre todo porque recalcó, existe la vacuna para evitar el contagio. 

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