MÉRIDA, Yuc.- En el último año los municipios del estado comparten la “fiebre” por instalar letras gigantes coloridas con su nombre, pese en ocasiones a carecer de atractivos turísticos.

La propia Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) los considera un gasto innecesario para algunos municipios ante la precaria economía de estas poblaciones.

Sin embargo, existen casos de ayuntamientos que para obtener sus letras han utilizado alternativas: En Sucilá declinaron contratar a la empresa que inició esa moda y que vendió las primeras letras gigantes de fibra de vidrio a Progreso y Mérida. En ese municipio ganadero del oriente, se optó por una fabricación casera, de concreto y financiada por empresarios locales.

En contraparte, en Motul en un principio se “comieron” la letra “T”, para que la gente extendiera los brazos y de esa forma completara el nombre. Sin embargo, posteriormente ese carácter fue colocado en su sitio tras las críticas.

Entre los municipios que ya tienen estas letras se encuentran Progreso, Izamal, Valladolid, Tizimín, Baca, Conkal, Ticul, Acanceh, Río Lagartos, Motul, Tekax y Mérida.

De alto costo

Las letras gigantes de la capital yucateca fueron las segundas en su elaboración, después de las de Progreso. En cuanto a su diseño, tienen una altura de 1.70 metros con todo y base y 7.50 mts de ancho, son de fibra de vidrio y aglomerado de madera.

Cada letra tiene un color diferente: azul, verde, rosa mexicano, rojo, amarillo y naranja; y están decoradas con unas grecas mayas en reconocimiento a las raíces culturales de la ciudad.

El costo por las seis letras de la palabra “MÉRIDA” fue de 86 mil 400 pesos, es decir 14 mil 400 por cada una.

En cuanto al tiempo estimado para la elaboración, la fabricación se tardó unos 15 días, ya que el tamaño y forma permitió que sea de forma más ágil.

El proceso de elaboración

La empresa Arte Creativo, responsable de la elaboración de las letras turísticas de la ciudad, aseguró que desde hace un año fueron varios municipios a los que se les presentó la propuesta para la realización de estos “adornos”, brindándoles un diseño e imagen atractivos para cada parador turístico.

“Una vez que el interesado decide contratar el servicio, la propuesta va en función de sus costumbres”, aseguró Raúl Méndez, encargado de la fabricación de estos ornamentos.

Dijo que cuando se les propone a los municipios la fabricación de las letras, se realiza un estudio sobre las costumbres, colores y demás datos interesantes para crear el concepto de las letras.

Por ejemplo, con las letras de Tizimín, la “T” representa la jarana, propia del municipio; en la primera “I” se encuentran los Tres Reyes; en la “Z”, la iglesia; en la otra “I”, el faro; en la “M” se simboliza el ganado y una mazorca; en la última “I” se representa un cenote cercano del lugar.

Indicó que es una moda, y antes no muchos municipios estaban interesados en contar, pero a raíz que ciudades como Mérida optaron por colocar el adorno, el interés incrementó.