La imagen de la Virgen de Guadalupe de la parroquia de San Cristóbal visita sus capillas, previo a la tradicional fiesta en su honor, que inicia a principios del mes de noviembre y en la que miles de devotos visitan el santuario de la morenita del Tepeyac.

Una verdadera fiesta se vivió cuando los feligreses de la capilla de San Martín de Porres, ubicada en la calle 44 por 79 y 77 de la colonia Santa Rosa, recibieron con cantos, porras, veneración, muestras de fervor y agradecimiento a la imagen de la virgen morena.

A las 10:00 horas se realizó una misa de recibimiento, durante el día se llevó a cabo la veneración de la imagen, donde las personas llevaban flores que fueron bendecidas para guardar un recuerdo en casa de la visita de esta imagen.

Las familias manifestaron su felicidad por la estancia de Santa María de Guadalupe, algunos agradecieron por los favores recibidos y otros aprovecharon para pedir por algún familiar enfermo, por alguna situación difícil por la estuvieran pasando.

Las sonrisas, los rostros alegres, la muestras de cariño, fueron el común denominador que se pudo observar en esta capilla, que estuvo muy concurrida por feligreses del rumbo, así como devotos de la imagen, a la que acompañaron desde su salida de la parroquia de San Cristóbal, así como cuando retornó a ella.

Cabe destacar que en todo el día en que la virgen permaneció en la capilla de San Martín, de igual forma se realizó una kermes, con antojitos, tortas y tacos de cochinita, refrescos, tómbola, música y actividades para toda la familia, las cuales disfrutaron tanto chicos como grandes.

Por la tarde, para ser precisos, a las 16:00 horas, la Virgen de Guadalupe emprendió el camino de regreso a San Cristóbal para ser puesta nuevamente en su sitio de honor dentro de la parroquia, y las personas pudieron llegar a tiempo, escucharon misa de siete de la noche.

Cabe recordar, que la Iglesia de este lugar fue la última en construirse en Yucatán, pero no por eso la menos bella, ya que cuenta con un arco de medio punto que termina en una media concha adornando así la fachada principal.

En su interior tiene una gran imagen de la María de Guadalupe, razón por la que es reconocida como el Santuario a esta Virgen, un equivalente a la Basílica Guadalupana en la Ciudad de México, por ello, cada año durante las celebraciones marianas es común ver llegar a cientos de peregrinos que con devoción la visitar para pedirle algún milagro, agradecerle por los favores concedidos o simplemente por amor a ella.