Inicia juicio por millonario fraude con terrenos de Holbox
El ilícito fue denunciado por un empresario por la presunta venta ilegal de 232 parcelas en la isla de Holbox.
MÉRIDA.- El juez segundo de control de Mérida, Luis Mugarte Guerrero, decretó la apertura a juicio contra Ermilo C. R. por el delito de fraude de más de mil 500 millones de pesos, ilícito denunciado por el empresario Fernando P. G. por la presunta venta ilegal de 232 parcelas en la isla de Holbox.
Por ello el caso será turnado al Tribunal de Juicio Oral que corresponda, para que fije fecha para el desahogo de pruebas aprobadas en la audiencia intermedia.
Inicialmente en este asunto también estaban acusados Ermilo C. P., nieto del denunciante e hijo de Ermilo C. R., quien llegó a un acuerdo reparatorio con su abuelo, y Noemí R. A., madre de C. R., quien ganó un amparo en contra del auto de vinculación por el delito de fraude específico que le había dictado el juez Mugarte Guerrero.
El principal testigo de cargo de la Fiscalía es precisamente Ermilo C. P., quien incluso ya emitió una declaración en contra de su padre ante el juez de control.
En esa declaración sobre su participación en un multimillonario fraude por la venta de 232 parcelas en Holbox, responsabilizó de ello a su padre Ermilo C. R., ya que aseguró que esta persona fue quien planeó cómo apoderarse de esos terrenos entonces propiedad de su abuelo y denunciante, Fernando P. G.
Millonario fraude por terrenos en Holbox
Ante el juez segundo de control Luis Mugarte Guerrero, Ermilo C. P. señaló que su padre Ermilo C. R. fue quien planeó la falsificación de los sellos y hacer los contratos, y que se puso de acuerdo con notarios públicos de Quintana Roo para ejecutar el despojo ilegal de 232 parcelas de Holbox.
El engaño se dio entre los años 2013 y 2015, por lo que se trata de un delito continuado y que el denunciante otorgó el poder en 2004 y se canceló en 2011, de modo que no tenía validez y eso configura el delito de fraude.
Con el poder, que ya estaba cancelado, Ermilo C. R. simuló la venta de las 232 parcelas a su progenitora Noemí R. A., que a su vez se las donó a su nieto Ermilo C. P. y éste se las cedió nuevamente a su padre para completar el engaño y poder enajenar las tierras a particulares y obtener recursos que gastaron en su provecho personal.