Fumigación aérea deja en 'agonía' la actividad apícola

Productores de la comunidad maya de Dzonot Carretero, del municipio de Tizimín, todavía no se reponen de la muerte masiva de abejas ocurrida en julio de 2018

|
Los apicultores perdieron más de 180 colonias de abejas. (Captura de video)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Novedades Yucatán/Tizimín
La fumigación aérea de cultivos de soya y maíz provocó en julio de 2018 la muerte masiva de abejas en la comunidad maya de Dzonot Carretero, del municipio de Tizimín, y un año después los apicultores yucatecos no logran recuperarse.

Elviro Nahuat Dzib explicó que, junto con su hijo, tomó fotos cuando hablaba con el piloto del helicóptero fumigador, mismo que le pidió mostrar dónde estaba su apiario y le dijo que no iba a pasar por ese espacio, y lo hizo.

El problema surge como consecuencia de la fumigación aérea, en julio del año pasado, de cultivos de soya y maíz, lo que ocasionó la muerte de miles de abejas en apiarios que están ubicados en terrenos de la biosfera de Ría Lagartos, por terrenos del empresario Jacobo Xacur.

Siete apicultores interpusieron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que dio carpetazo al asunto. En la resolución, dada hace unos meses, la dependencia señala que “el presente procedimiento de denuncia popular se declara como un asunto absolutamente concluido, determinándose el cierre del mismo, archivándose los asuntos correspondientes”.

De acuerdo con un reportaje, uno de los afectados, el apicultor Elviro Nahuat Dzib recordó que durante ocho días estuvo pasando un helicóptero fumigando. Acudió con su hijo a reclamarle al piloto, incluso le tomaron fotos al aparato y pese a que les prometió que no fumigaría por donde están sus colmenas, pasó encima de ellas y mató a todas las colonias.

A la fecha aún no se reponen de esa pérdida.

Son más de 30 los apicultores afectados que perdieron más de 180 colonias, y de acuerdo con el apicultor José Isabel Uc Puc, el empresario Jacobo Xacur estaba fumigando maíz, soya y potreros.

Los apiarios están en terrenos de la biosfera de Ría Lagartos, un área protegida, al ser hábitat de amplia fauna y flora, siendo el flamenco rosa uno de las aves que anidan en esa zona, la cual también está siendo devastada por la tala. Al menos son ya 700 las hectáreas de selva desmontadas.

El mencionado empresario posee ahí grandes extensiones de tierra, las cuales desmontó para realizar sus cultivos, incluso el senador Jorge Carlos Ramírez Marín censuró esa acción y subrayó que la fumigación aérea en Yucatán está prohibida.

Octavio Gaspar, investigador del Centro de Investigaciones y Asistencia en Tecnología y Diseño de Jalisco (Ciatej), confirmó que la muerte de las abejas en esa zona está ligada al uso de plaguicidas, encontrando presencia de neonicotinoides (un insecticida que actúa en el sistema nervioso central de los insectos y, con menor toxicidad, en aves y mamíferos).

El apicultor Marco Cupul Ku denunció que el daño fue aún mayor, pues afectó plantíos de calabaza, sandía, frijol, chile, injertos, y peor aún, hasta el agua de cenotes en la zona se contaminó.

María Colín, integrante de Green Peace México, señaló que las sustancias que se emplean en esas fumigaciones acaban en los mantos freáticos, dado que el suelo de la Península de Yucatán es calcáreo, contaminando cenotes y aguadas.

De hecho, Nahuat Dzib, cuyos apiarios están cerca de un cenote, mencionó que los animales que acuden a beber agua ahí acaban muertos.

Lo más leído

skeleton





skeleton