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MÉRIDA, Yuc.- Las estadísticas de reportes de luminarias apagadas del Ayuntamiento de Mérida arrojan “resultados contundentes” que hacen pensar que no hay caso fortuito o fuerza mayor para cambiar las luminarias de Mérida, informaron regidores meridanos del Partido Revolucionario Institucional.

Según los ediles, con base en información del Sistema de Atención Ciudadana, durante el período del alcalde César Bojórquez Zapata, se mantuvo estable el número de reportes de luminarias apagadas.

Por ejemplo, en el primer semestre de 2009, es decir de enero a junio, se recibieron 12 mil 976 reportes.

En el último semestre de administración de Bojórquez Zapata (enero a junio de 2010), los reportes se incrementaron a 16 mil 968, es decir, hubo una ligera tendencia ascendente, que no rebasan niveles de emergencia.

Ya en el período de Angélica Araujo, de julio a diciembre de 2010, en su primer semestre de administración, los reportes alcanzaron su máximo histórico, con 22 mil 216, que podría deberse a que aún no tomaba el control de la atención al alumbrado público.

En el segundo semestre de Araujo Lara, enero a junio 2011, los reportes fueron 20 mil 189, disminuyendo apenas dos mil 27, dicen regidores.

Aparentemente, ya teniendo el control de la administración pública (un año de mandato) los reportes quedaron al estándar que tenía César Bojórquez, es decir, 15 mil 930 casos de julio a diciembre.

En mayo de ese mismo año, se inició el reemplazo de la tecnología de vapor de sodio por otra de inducción magnética y con ello el cambio de las 72 mil lámparas, en un declive de reportes por la atención del alumbrado público.

Esa tendencia controlada, que se mantuvo al cierre de la gestión anterior, se disparó negativamente en los siguientes 10 meses, una vez que entró Renán Barrera Concha.

Los números son contundentes: 15 mil reportes de luminarias apagadas, según los datos que el Alcalde reportó durante la sesión extraordinaria de cabildo de este 27 de mayo.

Sin embargo, tanto César Bojórquez como Araujo Lara, en los momentos más “álgidos” de quejas, no recurrieron a medidas bruscas, sino que mejoraron el servicio de atención al sistema de alumbrado, lo que arrojó estabilidad en los siguientes semestres de gestión, afirman regidores.

Pero en el caso actual, el de Renán Barrera, el “disparo de cifras” de quejas fue motivo para un viraje político, que pone en jaque todo el sistema de alumbrado público y la iluminación de la ciudad, señalan.