Nalleli Calderón/Mérida
A siete meses del inicio de la actual administración, la secretaria de Administración y Finanzas del Estado (SAF), Olga Rosas Moya, aseguró que el plan de austeridad anunciado por el gobernador Mauricio Vila se mantiene “bajo vigilancia”, a fin de cuidar las finanzas del Estado.

Algunas de las medidas anunciadas fueron la cancelación del servicio de telefonía celular a funcionarios, fueron dados de baja 400 vehículos, el Gobernador renunció a gastos médicos mayores, se redujo el 20 por ciento la planilla de funcionarios de confianza y se canceló la renta de 500 vehículos, con las que se ahorrarían 60 millones de pesos de manera anual.

Asimismo, se dejarían de erogar 40 millones de pesos en asesorías, consultorías y estudios de investigación no indispensables y otros 30 millones de pesos en combustible, así como 25 millones por concepto de costos de operación y servicios de mantenimiento.

“El plan es lo decretado por el Gobernador al inicio y estamos vigilando que realmente se cumpla en todas las instituciones y entidades; el presupuesto continúa enfocado en las prioridades para no afectar el bienestar de los yucatecos; trabajamos considerando lo que se tiene”, comentó.

Recordó que el déficit que dejó la anterior administración al finalizar 2018 fue de mil 500 millones de pesos, pero se tuvo un apoyo extraordinario con el cual se redujeron 500 millones.

“Con todos los ahorros y las economías que se puedan generar durante este ejercicio fiscal debemos ir poco a poco bajando el déficit; seguimos con las reducciones del gasto operativo, las plazas que se desocupan se detienen así como tratar de reducir el capítulo dos mil y tres mil que son servicios materiales y contrataciones, pero sin afectar los servicios a la población”, puntualizó.

Agregó que uno de los anuncios más importantes es que se logró incrementar el sueldo de los trabajadores del Estado en 7.5 por ciento, porcentaje más alto que la inflación, y que será retroactivo al 1 de enero.