José Salazar/ Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, 95 de cada 100 yucatecos se automedican, cifras que se reflejan más en la población urbana que en las zonas rurales, de acuerdo con especialistas de la Universidad Autónoma de Yucatán.

La administración por cuenta propia de un medicamento es un hecho cotidiano y habitual en la sociedad. Se define clásicamente como la utilización de medicamentos, hierbas y remedios caseros por iniciativa propia o por consejo de otra persona sin ninguna intervención del médico.   

La Organización Panamericana de la Salud expone que un 44 por ciento de los yucatecos que cuenta con un seguro social se automedica regularmente y la proporción se incrementa a 56 por ciento entre quienes no cuentan con esos servicios.

Hilda Guerrero Escobedo, maestra en Ciencias Farmacéuticas, académica de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), declaró que la automedicación se presenta más en la ciudad que en las zonas rurales, donde muchas personas, a pesar de contar con escasos recursos, hacen todo lo posible por tener información confiable que les permita mejorar su salud, sobre todo quienes padecen enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes e hipertensión.

Sin embargo, Guerrero Escobedo explicó que desde que cambió la normatividad sobre la adquisición de medicinas, como los antibióticos, la población se ha visto obligada a acudir a los profesionales de la salud. 

“Los medicamentos que más se recomiendan sin acudir al médico son para curar diarreas, dolores de cabeza, gripas e insomnio”, dijo.

Peligro mortal

Por su parte, Lucy Vargas Sosa, médico de la Clínica de Medicina Familiar Mérida del ISSSTE afirmó que gran mayoría de los pacientes que padecen enfermedades crónico degenerativas, con el tiempo y la experiencia “se sienten profesionales de la salud”, pero no cuentan con los conocimientos necesarios sobre la gran responsabilidad que representa el administrar un medicamento para mitigar alguna dolencia.

“Esto puede generar complicaciones a la salud y en el peor escenario puedo incluso causarles la muerte, debido a que existen medicamentos que no son compatibles con su organismos y causan efectos colaterales”, expuso.

“Cada persona es diferente por lo que el consumo de medicamentos debe ser recetado siempre por un médico.  Quienes más acostumbran a automedicarse y medicar a su familia son los adultos mayores de 65 años, quienes consumen de dos a tres veces más medicamentos que el promedio de la población general y por lo mismo tienen mayor probabilidad de sufrir reacciones medicamentosas”, indicó.

La doctora Vargas Sosa exhortó a la población en general a no automedicarse y a cerrar por  calidad de vida las polifarmacias que existen en los hogares y evitar medicar a sus hijos porque  lejos de curarlos pueden desencadenar en un mal mayor. En todos los casos, la recomendación es que ante cualquier malestar en el organismo, acudir lo más pronto posible al médico.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estima que durante los últimos cinco años 1.9 millones de derechohabientes se han automedicado para tratar problemas gripales, de los cuales aproximadamente 700 mil han sufrido o sufrirán complicaciones, como otitis, faringoamigdalitis, neumonía, bronquitis y/o sinusitis.

Complicaciones por automedicarse:

• Reacciones secundarias a fármacos. Ocurre en 25 por ciento de las personas mayores de 65 a 70 años. 
• Del tres al 10 por ciento de los ingresos al hospital se deben a reacciones secundarias a fármacos, y un tercio de ellos son ancianos.  
• Los fármacos son responsables del 50 por cient de las complicaciones de la hospitalización debido reacciones adversas a medicamentos.