Granjas Papo, la primera en Yucatán 'amigable' con el medio ambiente
La empresa porcícola estará instalada entre Huhí, Sanahcat y Homún.
MÉRIDA, Yuc.- Por primera vez, empresarios comienzan a ver en la sustentabilidad la posibilidad de concretar un negocio redondo, ya que la inversión en tecnología de punta que hoy representa costos elevados se traducirá, en unos años, en la consolidación de la empresa en cuestión.
De acuerdo con la ingeniera química por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mónica Guagnelly Martínez, Granjas Papo, que estará instalada entre Huhí, Sanahcat y Homún, es la primera en la entidad en apostar a la sustentabilidad ambiental, no sólo como responsabilidad social, sino como posibilidad de negocio.
“En pocos casos hemos encontrado empresarios que emplean tecnología sustentable y que han comprendido que estas técnicas pueden generar autosuficiencia, reducción de costos e incluso hasta ingresos adicionales”, dijo.
Mónica Guagnalli Martínez, encargada de proyectos sustentables, representa a un consorcio nacional empresarial especializado en el desarrollo de plantas para largo plazo y elaboración de equipos de proceso para las mismas, y tuvo a su cargo la elaboración del proyecto de impacto ambiental de Granjas Papo.
Milenio Novedades informó a finales de año, Yucatán contará con la primera granja porcícola en su tipo, una granja especializada que promete cero contaminación ambiental, alta calidad de producción genética de cerdo, y empleos directos a comunidades aledañas y bien remunerados.
Guagnelly Martínez informó sobre el modelo de tecnología que implementará dicha planta para que ni suelo, ni agua, ni aire se vean contaminados.
"Básicamente son tres sistemas, el tratamiento físico-físicoquímico, el biológico y la desintoxicación por oxidación, con la que es improbable que haya registros, incluso de los mínimos de contaminantes, en el agua, al subsuelo o al aire" dijo la especialista.
Nuevo modelo de granja
El modelo rompe el esquema con la producción tradicional, ya que regularmente las granjas sólo aplican la tecnología biológica, lo que hace evidente olores fétidos en el ambiente, e incluso la contaminación del agua.
Lo primero que el modelo soluciona es la utilización de los contaminantes generados; por ejemplo, el metano, producto de los gases de las heces fecales, alimentará la planta para proveerla de energía eléctrica, lo que permitirá el uso de energía limpia, y la reducción del costo de este servicio por parte de la empresa.
“Otro elemento importante es la ‘desnitroficación’, es decir, retirar el nitrógeno, que es el químico que da la sensación de mal olor en la planta. Pero no sólo retirarlo por retirar, sino que ese nitrógeno servirá de alimento para las plantas a las que también se les dará agua completamente limpia, la cual incluso es óptima hasta para nadar en ella”, dijo Guagnelly Martínez.
El nuevo sistema tecnológico permitirá llegar a menos de un 10 por ciento de lo que hoy día las normas nacionales de sanidad en México admiten, respecto a los índices de contaminantes que puede generar una granja, en este caso porcícola.