Parece que a menudo olvidamos que manejar una cuenta de Facebook es similar a escribir un diario de nuestra vida y en ella registramos nuestros gustos, aspiraciones, deseos, sueños, estados de ánimo y nuestra preparación profesional, información que dejamos abierta a nuestros “amigos” e incluso, en muchas ocasiones, a desconocidos, cuando no se manejan controles de seguridad.

Un estudio realizado por GlobalWebIndex en el año 2015 concluía que en promedio las personas dedicaban dos horas diarias a la red social digital y que cada vez se realizan más estudios sobre el impacto que puede causar el sitio en la psicología del usuario, ya sea a favor o en contra.

Por todo lo señalado quise traer a referencia el asunto por un tema curioso que me llamó la atención tras escuchar la repetición de un programa de radio argentino. En la transmisión los locutores abordaban la diversidad de grupos que se han creado en Facebook.

Todos podemos crear páginas de la red social y actualmente existen congregaciones de personas desde comerciales; es decir, los que se dedican a venta y oferta de productos y servicios; hasta los que comparten gustos o peculiaridades, ya sea por artistas, cosas o animales.

Un locutor comentaba extrañado sobre un grupo que había descubierto en la red social en el que compartían su gusto por las palomas, donde se debatían desde cuáles eran las más bonitas (las blancas, las grises o las combinadas), así como una gran diversidad de imágenes.

Pero lo que más me ha llamado la atención fue la mención de otro locutor sobre grupos más oscuros, donde intercambiaban experiencias sobre el fomento del “cutting” (es decir practicarse cortes en la piel por placer), a los que en la mayoría de los casos sólo se puede ingresar por invitación o solicitud.

En México me vino a la mente el caso del sitio de Facebook “Hulk”, en donde supuestamente se promocionaba el reto de la ya conocida ballena azul, que consistía en una serie de retos a los que los jóvenes se enfrentaban (como beber agua hirviendo por ejemplo) para compartirlo con los demás, incluso llegando a atentar contra su vida.

Aunque traté de realizar una búsqueda en la red social, debo decir que sólo me encontré con algunas “raras”, como un grupo donde comparten su odio hacia los mujeres, otro hacia los hombres, tras rupturas amorosas, así como aficionados a tortugas, entre otros animales.

De nuevo el peligro se traslada a la red social más popular del planeta, con más de 750 millones de usuarios en el mundo, por lo que sólo nos queda estar atentos a lo que consumen nuestros hijos, amigos y familiares.