Hablar en público... qué miedo
El Poder de la Pluma.
En el transcurso de mi vida me he topado con mucha gente a la que le da pánico escénico hablar en público. Y por mucho que pensemos que solo le sucede a personas que nunca lo han realizado, nos percatamos de que la realidad es otra: existen personas que siendo políticos, directivos y empresarios, en ocasiones requieren de levantarse a decir algunas palabras, pero sufren por el miedo. A algunas personas les encantaría poder hacerlo, pero no se atreven, pues piensan que harán el ridículo. Me queda claro que estas inseguridades se pueden evitar o vencer, si realizamos ciertas acciones que nos darán mayor seguridad y confianza a la hora que nos paremos ante un público que va a escucharnos.
Aquí te doy 5 consejos para vencer el miedo y poder hablar en público:
1.- Adopta una personalidad propia.- Cuando hablas en público la gente espera escucharte a ti, no a una imitación de alguien o un estereotipo inventado que no seas tú. Adopta tu propio estilo y perfecciónalo para que cada vez seas más natural al hablar. No se trata de hablar como alguien más, se trata de ser tú.
2.- Practica mucho.- Tienes que empezar escribiendo lo que vas a decir y llevar un orden lógico de las cosas. Después entrena una y otra vez y evalúa las tonalidades que le das a cada frase y compáralas con otras, así llegarás al tono adecuado y sugerido para no escucharte monótono en toda la plática.
3.- Usa tus mejores expresiones.- El lenguaje corporal juega un papel muy importante para poder transmitir lo que deseas de una mejor manera. Aunado a tus ritmos de voz, lograrás el acompañamiento perfecto para poder transmitir la idea tal cual lo deseas.
4.- Dominar el tema.- Si algo pudiera ser la ruina de tu exposición sería la carencia de dominio del tema, por eso debes ser experto y conocer lo suficiente del asunto para poder exponerlo de manera efectiva. Recuerda que en ocasiones se suscitan preguntas y debes estar preparado para todo.
5.- Ser apasionado.- La pasión por el tema y por lo que haces debe ser el ingrediente extra, pero de gran importancia, que remate la plática, como cuando pones la cereza de tu pastel. La gente tendrá mayor conexión contigo viendo cómo dominas la materia de tu exposición y el escenario en el que te mueves.
Hablar en público no es cualquier cosa, y estoy de acuerdo en que todos sufrimos de nervios antes de subir al escenario. Solo tienes que saber diferenciar entre nervios y miedos; los nervios son normales, los miedos son para vencerlos. ¿Qué decides?