“Heroico” control de crisis
Daniel Uicab: “Heroico” control de crisis
Hasta hace algunas décadas, la ciudadanía sólo los veía y los vitoreaba en las calles durante los desfiles del 16 de Septiembre, y cuando por causa de algún desastre natural o emergencia salían de sus barcos y cuarteles para auxiliar a la población. Entonces, el Ejército y la Marina tenían no sólo el reconocimiento, sino también un genuino respeto y admiración del pueblo que se enorgullecía de sus soldados y marinos. Hoy, algo ha cambiado.
Desde hace tres sexenios en que fueron involucrados en el combate a la delincuencia organizada, comenzó la sobreexposición de los militares. Era lo que se requería y dieron buenos resultados. Pero hace cinco años vino un giro de 180 grados: altos mandos en retiro ocupan posiciones clave en la Administración Pública Federal, otros están cargo de la seguridad en estados y municipios y muchos elementos en activo son empleados en obras prioritarias. Hasta una aerolínea se ha creado para que opere la Sedena.
El Gobierno no escucha las voces que –con razón o sin ella– piden moderar la incursión de soldados y marinos en la vida pública, por el contrario, todo indica que seguirá esta tendencia, pues hace uno días se anunció que el 30 de este mes se gradúa la primera generación de 174 oficiales (entre ellos 74 mujeres) formados como licenciados en seguridad pública en el Heroico Colegio Militar,destinados a la Guardia Nacional, corporación que está dejando su huella con varios cuarteles a lo largo y ancho del país. Es la impronta de la llamada 4T.
Esta carga multiplicidad de funciones con la sobreexposición de los militares en la vida cotidiana de la población civil ha derivado en reclamos por abusos en los operativos, violaciones a los derechos humanos, desapariciones y hasta ejecuciones, que han llevado ante la justicia a pocos elementos, pero destacadamente de jerarquías inferiores; además de culparles por hechos del pasado, como es el caso de los normalistas de Ayotzinapa, aún no resuelto.
Aprovechando esta coyuntura surge la película “Heroico”, dirigida por David Zonana, sobre el “sistema rígido e institucionalmente violento” del Ejército. Se anuncia que “desnuda sus procesos de formación de oficiales, colmados de maltrato, golpes, abusos y corrupción”.Aún no se ha estrenado, pero ya hay voces que, sin conocer el fondo de esa formación militar, descalifican a priori a una institución que, junto con la Armada, ha sido baluarte de la soberanía nacional, y las escuelas militares y navales, ejemplo en la educación castrense.
El Presidente de la República percibe este panorama como “una campaña de desprestigio en contra de la Sedena y, a manera de control de crisis, adelantó el pasado miércoles, en su habitual conferencia matutina, un video promocional que ensalza la labor del instituto armado; destacó que tanto el Ejército como la Marina han sido fundamentales para el "avance" de la transformación. Tras enumerar las misiones que por ley les corresponde, reiteró que el Ejército es pueblo uniformado y subrayó la necesidad de "cuidar" a la institución castrense.
Totalmente de acuerdo, pero “cuidar” a esas instituciones necesariamente tiene que pasar por evitar esta sobrecarga de responsabilidades (algunas no contempladas legalmente en sus funciones), para recuperar ese respeto y admiración genuinos que mencionamos.
Anexo “1”
Entre ficción y realidad
Si bien, la historia de Luis (hilo conductor de “Heroico”) es ficticia, según reconocen sus autores, la cinta se nutre de testimonios de excadetes del alma mater del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos. Sin embargo, la experiencia de quienes somos parte de las fuerzas armadas (en activo o en retiro) nos dice que cuando esto ocurre es porque hay una buena dosis de frustración por parte de quienes no concluyeron sus estudios (por diversos motivos) en alguna escuela de la Marina o del Ejército, porque, como decimos los marinos: "no se patea el pesebre".
Además, en una película se tiende a exagerar eventos o situaciones, ya sean positivas o negativas, para atrapar al espectador. Sólo quienes han vivido esas experiencias y han egresado de alguna carrera naval o militar pueden valorar todo lo que implica la formación, sui géneris, en las escuelas y centros de capacitación militares. Respecto a la película, el director Zonana lo dice así: “Me doy por bien servido con traer el tema a la mesa y corresponderá al público sacar sus conclusiones, pero el objetivo es que se vea la película y genere conversación”.
En contraparte, en el spot de la Sedena presentado por el Presidente, hay imágenes de militares realizando distintas labores en varios estados. “De este México venimos, a este México pertenecemos, somos nosotros, las mujeres y hombres del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos quienes consagramos nuestra vida para ofrendarla por completo a nuestro país y todo lo que lo hace ser una gran nación", se escucha en el video, que no tendría por qué haberse grabado si realmente se “cuidara” a nuestras instituciones.