Joya religiosa en la serranía Puuc
Algunos investigadores refieren que la iglesia de Yotholín estaba dedicada a San Buenaventura
Ana Hernández/YOTHOLÍN
Los detalles de su arquitectura exterior permiten tener una idea de lo que uno puede encontrar en la iglesia de Yotholín, ubicada en la comisaría del mismo nombre, que pertenece al municipio de Ticul, en el sur del Estado.
Y es que al verla, realmente dan ganas de conocerla. Al frente se observan adornos y una espadaña con espacio para 18 campanas en cuatro filas, evidencia del cuidado que tuvieron en su edificación iniciada en el siglo XVIII.
Algunos investigadores refieren que originalmente estaba dedicada a San Buenaventura, pero sus pobladores y otros especialistas señalan que era a San Francisco de Asís. La confusión se debe al parecido entre ambos santos.
De acuerdo con el último censo, la población de Yotholín no es muy grande, pues ahí viven poco más de dos mil habitantes y las mujeres son una ligera mayoría.
Según algunas referencias, el significado de su nombre es “sobre lo acallonado”, en lengua maya; de yok (encima), thol (caballón o pequeño serrijón), e Im (sufijo de ciertos adjetivos).
El nombre hace alusión a la topografía del terreno, ya que se ubica en la serranía del Puuc, a 20 metros sobre el nivel del mar. Thol es también el nombre en maya de las iguanas macho.
Los trabajos de restauración del templo, que se realizaron en 2004 y 2007, por la Secretaría de Obras Públicas estatal, señalan que el inmueble dedicado a San Buenaventura comenzó a construirse en 1762 y se terminó en 1766, esto con base en la inscripción localizada en la fachada principal.
El inmueble se encuentra ubicado en el centro de la comunidad, a un costado del parque principal. Consta de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón corrido. Como ya se mencionó, la fachada está rematada por una espadaña de cuatro cuerpos que tienen en total 18 vanos, que le confieren un aspecto de palomar.
En una época la iglesia estuvo abandonada, al grado de que por más de 12 años no se celebraron ceremonias religiosas. Ante esta situación, la comunidad se organizó para reunir recursos y durante años hicieron aportaciones económicas para colocar mosaicos sobre el piso de tierra que tenía y así lograron sacarla del abandono en que se encontraba. En la actualidad está remozada y luce hermosa.
Quema de imágenes
Durante el periodo preconstitucional, siendo gobernador y comandante militar del Estado el general Salvador Alvarado, ordenó que las imágenes que existían fueran llevadas a Ticul para ser incineradas, ahí las quemaron junto con otras de diferentes lugares de la zona. Se dice que la pila bautismal de piedra labrada que tenía fue trasladada al Museo Arqueológico de Mérida.
La iglesia consta de atrio, templo, sacristía y casa cural. El edificio es de una sola nave, construido de mampostería, con techo de bóveda de cañón (como casi todas las de esa época), su piso es de hormigón y su pintura está hecha a la cal.
Tiene tres puertas, dos laterales y la principal al frente, además de cinco ventanales altos, de los que corresponden uno al coro, rematando su fachada principal una bonita espadaña con 18 claros.
A la derecha de la entrada principal se encuentra el bautisterio, que también tiene bóveda de cañón, aunque carece de pila bautismal, su pintura es igual a la del templo. En el lado opuesto está la entrada a la escalera de caracol.
El coro se encuentra sobre un gran arco de mampostería, con piso de hormigón muy destruido y un barandal de madera corriente, también en el mal estado.
El atrio que circunda el inmueble por el norte, sur y oeste está limitado por un pretil de mampostería, que estaba destruido en su mayor parte.
Esta iglesia de grandes dimensiones es muy visitada durante las fiestas tradicionales en honor a la Virgen de Guadalupe, en diciembre.
La comisaría de Yotoholín tambien cuenta con unas grutas que se pueden comparar en extensión con las de Lol-Tun, las cuales se consideran uno de los sistemas de cavernas más grandes de Yucatán.