Jesús nos invita a valorar la vida

Por la Pasión y Muerte del Señor nos damos cuenta de su misericordia infinita que se entrega por todos y para todos, afirmó el padre Tony Escalante

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Alis García fue la anfitriona del Pbro. Antonio Escalante Pantoja, de la Iglesia María Inmaculada.
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En un día especial como lo es el Viernes Santo, que invita a meditar y pensar en la vida, que Dios llegó a la Tierra y murió para salvar a los hombres, se llevó a cabo una edición más del programa radiofónico “Salvemos una Vida”, bajo la conducción de su fundadora, Alis García, quien estuvo acompañada del presbítero Antonio Escalante Pantoja, de la iglesia María Inmaculada.

El invitado recordó que Dios es dador de vida, la conserva, la ama y la entrega por amor. “En este día que meditamos la pasión y muerte del Señor, nos damos cuenta cómo hay un aspecto de la misericordia infinita de Dios que se revela y se desgasta, se da y se entrega por todos y para todos, no hay ni un excluido para el amor de Dios, siempre todos somos destinatarios de este inmenso amor de un Dios que regala la vida”, aseguró el Padre Tony.

Recordaron que “Salvemos una Vida” es un programa de prevención del suicidio y la depresión para apoyar a todas las personas que pasan por momentos difíciles y no quieren seguir viviendo, para que sepan que tienen una fuente de vida dentro de sí mismos.

La vida otorgada por Dios, aseguró el presbítero, es una participación de su vida divina desde la concepción, desde el vientre de las madres, por lo que conoce a cada persona desde la eternidad, lo ama y no lo deja solo en ningún momento.

Aseguró que aun en el dolor u obscuridad más grandes o en la situación más angustiante, que Él mismo pasó y asumió, nunca los abandona aunque parezca que todo es de color negro y no se ve el Sol.

El padre Tony dijo que muchas veces a las personas se les olvida que Dios está dentro de cada uno, pues la providencia suya es sostenerlas durante toda su vida. Indicó que no es posible que borren sus problemas sólo pensando que Dios está con ellos, pero la sensación de estar solos sí se puede quitar, pues el apoyo que dan otras personas muchas veces no lo ven quienes lo necesitan.

“Cuando el Señor nos habla, se acerca o nos apapacha, utiliza mediaciones y algunas veces nosotros no nos fijamos, ya que estamos tan absortos en la situación que nos agobia que no nos damos cuenta que hay muchas manos que se tienden y oídos que se abren a nuestra situación, muchos corazones están dispuestos a amar, pero el agobio es tal que no lo percibimos”, manifestó.

Los teléfonos de ayuda de Salvemos una Vida son el 9999453777 y 075, que funciona las 24 horas del día de lunes a domingo.

Somos administradores

En este sentido, agregó que la Pasión y Muerte del Señor no se quedó en el Sepulcro, sino que resucitó para dar vida a los hombres y sostenerlos; una vez regalada la existencia sólo Él puede disponer de ella y nunca la dispone para mal, sino para bien y los hombres sólo son los administradores.

Alis García y el padre Tony coincidieron en que en el momento del mayor agobio nadie se da cuenta de las ayudas que brinda el Señor, ya que siempre hay una luz o una señal que llega por distintos medios que no se debe ignorar, pues puede venir del hijo, del amigo, del hermano o de un desconocido que se encuentra uno en la calle en su andar.

El invitado comentó que problemas, complicaciones y dificultades todos los tienen, “pues la vida está tejida como una canasta, con bejucos lizos y algunos con nudos, pero así está hecha con cosas muy buenas, buenas y no tan buenas”.

Por su parte, Alis García destacó que todo los problemas, a corto o largo plazo tienen solución, lo único que no se puede solucionar es la muerte, por lo que invitó a los radioescuchas a buscar soluciones. La muerte buscada, acotó el invitado, no tiene por qué buscarse, pues el único dueño de la vida es el Señor.

“Somos administradores de la vida y tenemos que administrarla hasta que Él nos invite a compartir la vida eterna, y mientras esto suceda, por muy agobiante, doloroso o cansado que sea lo que estamos atravesando, siempre va a haber esa esperanza”, afirmó.

El religioso recomendó a las personas que se encuentran en una situación complicada que recuerden un momento de luz en sus vidas para encontrarse con el Señor, pues él nunca los abandona.

El padre Tony recordó que los acontecimientos que llevan a la muerte del Señor no fueron precisamente lo que Dios quería para su hijo, sino deseaba que lo escucharán, pero los seres humanos no lo quisieron, lo negaron y lo sacaron de su vida. 

los dos años de pandemia de coronavirus, particularmente durante el primer año cuando se dio el confinamiento total, todas las personas pasaron por lo mismo, por el impedimento de poder participar en los eventos litúrgicos, también de otras denominaciones religiosas, pues todos estaban en la misma barca y enfrentando la misma tormenta, por lo que muchos tuvieron problemas que se agravaron y pudieron salir por gracia de Dios y por cuidarse, aunque otros tuvieron que partir y sus familiares no pudieron acompañarlos.

“El ingenio humano nos hizo dar un paso y no ver todo tan difícil, eso es parte de nuestra inteligencia y cómo Dios va encendiendo luz en nuestras vidas, el ingenio es una de ellas”, aseveró. Unir la pasión de los hombres con la de Cristo y ofrecerla a quienes más lo necesitan, es una manera de ayudar a los demás a superar sus problemas y para su salvación.

Al final, detalló el invitado, el discurso del Señor es de misericordia y perdón a quien lo ofendió o a quien Él ofendió, a quien Él lastimó o a quien lo lastimó, pues siempre se puede hacer algo. La Resurrección es el regalo de la vida verdadera que espera cada hombre.

“Todos los días puedo palpar la misericordia de Dios, abrir un poco más los ojos, un poquitito más los oídos y un poco más el corazón nos hará mirar lo que no habíamos visto, como también la escritura nos dice, lo que el ojo no vio, lo que el oído no escuchó, lo que no pudieron tocar nuestras manos, ahora lo podemos tocar por el Cristo muerto y resucitado que es el hijo de Dios”, comentó.

El amor de Dios, recalcó Alis García, es lo que contrarresta todo lo malo de la vida, pero hay que estar consciente de mandarlo hacia los demás.

A su vez, el padre dijo que el amor de Dios debe difundirse y debe llegar a todos los rincones y lugares del mundo. Agregaron que hay que poner todo en manos de Dios y dejar que su misericordia y amor cambie la vida de las personas, además de orar, pues la oración salva vidas.

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