Luis Fuente/Mérida
Empleados de una tienda departamental entregaron una tarjeta de crédito a una persona, quien había hecho el trámite con documentos a nombre de otra, según argumentaron para “encuadrar el delito”, lo que les recriminó el juez segundo de control de Mérida, Luis Mugarte Guerrero, quien calificó de ilegal el arresto y ordenó la inmediata libertad del acusado.

El regaño del juez se extendió a los fiscales pues éstos no presentaron la fundamentación de la acusación, pues ni siquiera exhibieron la conversación por WhatsApp de la supuesta solicitud en línea, la declaración de la ejecutiva de cuenta sobre por qué entregó una tarjeta de crédito al acusado si éste presentó una credencial de elector con un nombre distinto al de la solicitud.

En su intervención, el representante legal de la tienda departamental, expresó que se hizo de esa manera para “encuadrar” el delito, pues de no haber entregado la tarjeta no se configuraba el ilícito.

El juez Mugarte Guerrero indicó que no se trata de fabricar delitos, el ilícito existe o no existe. Agregó que aparentemente en este caso el ilícito se dio luego de que peritos de la Fiscalía emitieron un dictamen en el que aseguran que la credencial de elector presentada por el acusado es falsa.

Pero en la narrativa de los fiscales sobre el arresto del acusado solo menciona que este sujeto realizó, el 29 de agosto pasado, un trámite en línea” para obtener una tarjeta de crédito de la tienda departamental e incluso presuntamente envió documentos a nombre de Lorenzo May.

El día 30 de agosto, la ejecutiva de cuenta avisó al sujeto que su solicitud fue autorizada y que se presentara a recoger el plástico con sus documentos originales.

El acusado acudió a recoger el plástico con una credencial de elector con su fotografía, pero a nombre de otra persona y otra dirección y la ejecutiva de cuenta le entregó la tarjeta de crédito con el nuevo nombre.

Luego pidieron el apoyo de policías para el arresto del sujeto y lo turnaron a la Fiscalía General del Estado.

El juez Mugarte Guerrero considero que, hasta ese momento no había delito, pues resulta ilógico que el personal de la tienda entregue una tarjeta de crédito con un nombre distinto al que aparece la solicitud.