Luis Fuente/Mérida
A pesar de que su defensa fue que un tercero fue el autor del crimen, el sexoservidor Johnny Eduardo Hernández Ramírez fue hallado culpable de asesinar el 9 de diciembre de 2018 a su cliente R. S. T., en una habitación del hotel Posada Castillo.

El Tribunal Segundo de Juicio Oral, integrado por los jueces María del Socorro Tamayo Aranda, Sergio Marfil Gómez y Verónica de Jesús Burgos Pérez, emitieron la resolución por unanimidad, pues señalaron que los fiscales comprobaron, más allá de toda duda razonable, la responsabilidad del acusado en estos hechos.

Los jueces señalaron que el propio acusado fue quien se puso en el lugar y hora cuando se cometió el asesinato, al declarar que efectivamente estuvo en ese lugar, pero que el autor del crimen fue otro sujeto que también estaba con ellos en la habitación.

Sin embargo, en el desahogo de pruebas no hubo ninguna que acreditara la presencia de un tercero en el lugar de los hechos, por lo que los jueces señalaron como poco creíble la versión del acusado de que cuando entraron a la habitación, él se quedó dormido en la cama, mientras que el ahora occiso y el otro sujeto tenían relaciones sexuales.

Despertó cuando los encargados del hotel fueron a decirles que ya tenían que desocupar la habitación, al levantarse vio al ahora occiso tirado en el suelo y desnudo, pero no le dio importancia.

Sin embargo, los fiscales presentaron como testigos a empleados del hotel, quienes aseguraron que la habitación fue alquilada por el ahora sentenciado, quien estaba acompañado solo por otro hombre.