MÉRIDA, Yucatán.- El Tribunal Primero de Juicio Oral declaró culpable a Lázaro “N”, uno de los dos acusados de violar a una menor de edad, hechos ocurridos en julio del año pasado en el cámper de una tienda de venta de alimentos para animales en la colonia Plan de Ayala Sur.

Tras los datos de prueba aportados por la Fiscalía General del Estado (FGE) este día se otorgó  una pena de 12 años de prisión a Lázaro, después de ser encontrado penalmente responsable del delito de violación equiparada agravada, denunciado tras los hechos ocurridos el mes de julio del año 2019 en agravio de un menor de edad e identidad reservada.

En audiencia celebrada en el Centro de Justicia Oral de Mérida, los integrantes del Tribunal Primero de Juicio Oral llevaron a cabo la individualización de las penas, que incluyen el pago de la reparación del daño, amonestación pública, la suspensión de los derechos políticos, al tiempo de negarle los beneficios consistentes en la sustitución de sanciones y condena condicional.  De igual manera se le prohíbe acercarse a la víctima.

Asimismo, el proceso en contra del otro acusado Eugenio “N”, de 52 años, está suspendido debido a que el Tribunal Colegiado tiene en revisión un juicio de amparo en contra del auto de vinculación por el delito de violación equiparada agravada.

Los integrantes del Tribunal Primero de Juicio Oral, Nidia Celis Fuentes, Níger Desiderio Pool Cab y Fabiola Rodríguez Zurita, por unanimidad hallaron culpable a Lázaro del delito de violación equiparada agravada.

En la causa penal se menciona que los hechos sucedieron el domingo 28 de julio de 2019; cuando un niño de 13 años y discapacitado fue al negocio de Eugenio, ubicado en la colonia Plan de Ayala Sur, a pedir trabajo y obtener dinero para pagar sus estudios.

La tarde de ese día, el menor se quedó a ayudar al dueño y a su empleado a cortar las ramas de un árbol, pues le iban a pagar una cantidad extra, pero cuando terminó entró al citado cámper y se sentó en una silla.

Minutos después entró Lázaro y se acostó en un colchón y luego Eugenio se sentó en una silla; empleado y patrón sostuvieron un contacto físico sexual, lo que propició que el menor intentara salir, pero fue retenido y luego violado por Lázaro, mientras que Eugenio lo sujetaba.