Justicia contra la violencia
Autoridades exhortan a las mujeres que sufren cualquier tipo de agresión a denunciar el hecho para que se realicen los procesos correspondientes.
Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- 'Las autoridades están para servir y seguir capacitándose para desempeñar mejor su función a favor de las víctimas de la violencia', aseguró Ligia Cortés Ortega, magistrada del Tribunal Superior de Justicia, durante su participación en la emisión de ayer en el programa radial Salvemos una Vida, en el cual puso enfásis en el tema de violencia y las alternativas para combatirla.
Bajo la conducción de Jorge Barrera y Esperanza Nieto, se explicaron los diferentes tipos de agresiones a la dignidad humana y que papel debe tomar el Gobierno y la sociedad civíl para aportar soluciones.
En este contexto, la magistrada Cortés Ortega compartió testimonios de atención que la inspiraron no solo a esforzarse más en su labor como funcionaria, sino también a fundar la Asociación Yermo y Parres, inspirada en el carisma del padre José María de Yermo y Parres, quien en vida fundó escuelas, hospitales, casas de descanso para ancianos, orfanatos, una casa muy organizada para la regeneración de la mujer. Fue beatificado por su santidad Juan Pablo II, el 6 de mayo de 1990, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Ciudad de México.
'He visto diferentes clases de violencia, no solo es pegar, es una agresión a la dignidad humana, no importa si es niño, mujer u hombre, hay que denunciar. Una vez recibí a dos mujeres jóvenes de 28 y 33 años, quienes sufrían violencia en diferentes dimensiones, sexual, física, psicológica y económica, quienes se enteraron por medio del programa Salvemos una Vida que había una alternativa de atención y eso me alienta porque todos contribuimos en la promoción de la denuncia', comentó.
Dijo que gracias a que las víctimas se acercan a las autoridades y a la asociación, ha logrado llevar a proceso casos de bullying de adolescentes.
'Ha crecido la violencia pero también hemos crecido la autoridad para capacitarnos, para atención de las víctimas y familias de las mismas. He visto lesiones que ponen en peligro la vida, llegan mujeres llorando en una condición crítica, pero no les importa llegar así para que la autoridad vea cómo las agredieron y se presentan a denunciar. Aquí estamos, también Fiscalía, el Centro de Justicia para la mujer, dependiendo de la gravedad se le da albergue a la víctima y a la familia, se atiende de forma inmediata, se les canaliza y se le da una atención especializada', abundó Cortés Ortega.
Además de estas alternativas se encuentran, según el caso, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Fiscalía General del Estado, las agencias del Ministerio Público, Centro de Desarrollo Integral y Atención a la Violencia Intrafamiliar, Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya, Centros de Superación Integral del Ayuntamiento, Centro de Atención Comunitaria, Instituto para la Equidad de Género en Yucatán, Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán, Acción Popular de Integración Social, Unidad de Atención Sicológica, Sexológica y Educativa para el crecimiento personal A. C., DIF estatal y municipal, Vida y Familia A. C. y Casa Crisal.
'Las víctimas tienen miedo, pero también ese temor cuando se deciden cambiar lo que les pasa las convierte en mujeres valerosas, ellas mismas dicen que primero están sus hijos y si tienen que defenderlos con su vida lo hacen para no permitir más violencia hacia ellas y su familia', agregó.
Recordó la historia de una mujer indígena que sufrió tantas vejaciones físicas y psicológicas que en medio de un forcejeo con su agresor, le clavó un cuchillo y fue encarcelada. Madre de 10 hijos, recibió el perdón de todos declarando a favor de ella y salió libre.
'Era tal su ausencia de autoestima que cuando platiqué con ella decía que tenía un nombre, pero no recordaba bien y que la gente que vivía con ella en el penal era su familia porque la trataban con dignidad, era la primera vez que sentía cariño', agregó.
Dijo que la violencia se presenta principalmente en el plano físico con homicidio, lesiones graves, embarazos no deseados, abuso sexual, abortos, estrés, vulnerabilidad a las enfermedades y en lo psicológicó, provocando la pérdida de la salud mental, ausencia de tu autoestima e incluso el suicidio.
'Como autoridad, me llora el corazón cuando leo las noticias de suicidio, pero ¿cómo podemos ayudar?, preparándonos más en psicología forense, criminalística, atención a las víctimas, perspectiva de género; es necesario que lo estemos tomando para poder enfrentar los procesos. Esto con ayuda de la denuncia nos fortalece', apuntó.
Guadalupe López Pérez, de la Asociación Yermo y Parres, dijo que la asociación que brinda ayuda a personas que han sufrido violencia ha significado una oportunidad para ayudar y recibir la satisfacción que solo el servicio auténtico puede dar y a lo que ella denominó en palabra cristiana:misericordia.
'Ayudar es un privilegio que Dios nos da, porque las personas nos reciben con alegría ya que llevamos consejos, ayuda, juguetes, despensas y asesoría legal, recibimos mucho de las personas', dijo.