Kiki Camarena: las ramificaciones del narcotráfico (y II)
Rodrigo Ordóñez: Kiki Camarena: las ramificaciones del narcotráfico (y II)
La existencia del narcotráfico no era un tema ajeno a los cuerpos de seguridad de la policía mexicana o del Ejército, desde los años cincuenta, sesenta y, principalmente en los setenta, se mantenía un pacto con ellos para que utilicen las zonas selváticas o boscosas del país para sembrar y cosechar mariguana, usando a los campesinos de los poblados cercanos para cuidar estas parcelas. Sobre todo, en la década de 1970, cuando inició la Guerra Sucia, nombre con que se conoce a la caza y exterminio de los grupos guerrilleros que surgieron en el país, los militares cruzaban por esos territorios para dar caza a los luchadores sociales, como en Guerrero donde existe una amplia documentación sobre cómo eran informados por los narcotraficantes sobre las actividades de Lucio Cabañas.
Sin embargo, a finales de los ochenta y principios de los noventa, los políticos mexicanos decidieron sumar a los narcotraficantes a las actividades del Estado, con financiamiento y pago de prebendas a los presidentes, diputados y caciques locales para operar con impunidad en el norte del país. Así, con la intervención de la DEA, los acuerdos entre Estados Unidos y México pactados a través de la CIA se quebraron con el asalto al rancho Búfalo donde se destruyeron 1000 hectáreas de mariguana, propiedad de Caro Quintero.
La CIA, según el documental alojado en Amazon Prime y varios libros sobre las actividades de esta agencia en Latinoamérica, utilizaba el dinero de la droga para financiar golpes militares, como en Nicaragua, Bolivia o Chile, perseguir a los guerrilleros o desestabilizar con ataques paramilitares a quienes consideraban un riesgo para las empresas norteamericanas asentadas en los países del trópico. En este escenario de intervencionismo político y militar, el cubano americano Félix Ismael Rodríguez sirvió de enlace para dirigir estas operaciones clandestinas, como ocurrió en Bolivia con la captura y muerte de Ernesto “Che” Guevara.
Así, en la captura de Kiki Camarena, este oscuro personaje fue el encargado de presentarse ante el agente de la DEA para interrogarlo sobre la actuación de sus compañeros en suelo mexicano, con la finalidad de confirmar que no existía ninguna asociación entre la CIA y los capos mexicanos. Este personaje estuvo infiltrado en las principales misiones clandestinas de Estados Unidos, desde su entrenamiento en Guatemala, en la Liga Anticomunista del Caribe, en la toma de fotografías de la base de misiles rusos asentada en Cuba, hasta en intervenciones en Vietnam e Irán, siempre estuvo en los momentos cruciales de la Guerra Fría para construir los acuerdos o preparar a los soldados que enfrentarían a las guerrillas, logrando con éxito barrer con la oposición y mantener a la mayoría de los dictadores en el poder.
Un personaje controvertido a quien se le otorgó, el pasado 5 de diciembre de 2021, la medalla de la libertad en el estado de Florida, con un largo historial de operaciones encubiertas dentro y fuera de Estados Unidos, sin recibir su castigo por prolongar los regímenes que acabaron con miles de vidas durante los años oscuros de las dictaduras en Latinoamérica.