La base de una relación

La magia de la vida, columna de David Ojeda Correa.

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Dicen que las relaciones se forman gracias a la confianza, a la comunicación sana y al respeto mutuo, y de hecho suelen poner a la comunicación como la base de toda relación, sin embargo tengo mis dudas después de ver a varias parejas y relaciones de amistad, o de padres e hijos en la terapia.

Desglosaré a continuación mi idea: La base de una relación no es la confianza, puesto que resulta que hay muchas relaciones que sobreviven dentro de la desconfianza, resisten incluso a la adversidad que la infidelidad genera. No tiene que terminarse una pareja cuando te ponen el cuerno, ese es un mito. Si se tiene la que pienso que es la base en la relación se puede sobrevivir al cuerno si también se suma el esfuerzo de ambos, el tiempo y la dedicación.

De hecho, también hay parejas que viven de la infidelidad consentida. Estas parejas dejan de ver a la infidelidad como una traición y la vuelven incluso un deseo sexual. Hay relaciones donde ya no son parejas sino “trirejas” o equipos intercambiables.

Claro, para lo anterior se requiere de mucha comunicación, pero hay relaciones que existen por años, incluso, sin una buena forma de compartir sus pensamientos, además, el primer axioma de la comunicación es que todo, absolutamente todo, comunica, incluso el silencio tiene algo que decirnos, así que la comunicación tampoco puede ser la base de una relación, ya que nunca deja de existir y hay relaciones que sobreviven a una comunicación insana. Entonces, ¿cuál es la base de una relación?, ¿el respeto?, ¿el amor? No… de hecho hay relaciones donde el respeto está perdido.

Es muy triste ver este tipo de parejas, pero es una realidad que existe. En una ocasión llegó a la consulta una mujer de unos 55 años acompañada de su hermana de 60, la hermana mayor llevaba a la menor debido a que descubrió que su esposo la golpeaba. Creo que una falta de respeto más grande que la violencia no existe.

Sin embargo, la hermana violentada me dijo que aún así quería a su marido y que había sido irrespetuoso por 40 años con ella y que así lo aceptaba. Relaciones así existen muchas, por lo tanto, eso denota que el respeto tampoco es la base.

Por último, quedaría pensar en el amor, pero podemos, antes de mencionarlo como la base, recordar que toda relación de pareja no inicia con amor sino con enamoramiento y que, el amor se va gestando con el tiempo, pero con tristeza informo que muchas relaciones existen gracias a un constante enamoramiento o una costumbre que no florece en amor, además, las relaciones de amistad no siempre van a requerir de amor para existir. Por lo tanto, el amor no es la base de una relación.

Todos los valores mencionados, aunque no son la base, sí son a mi parecer fundamentales para tener una relación sana y feliz, sin embargo, para prevalecer juntos se requiere de una cosa: la comprensión, pues, sin empatía no se tiene nada. Entender no es lo mismo que comprender, de hecho es casi imposible entender a una persona, pues no hay forma de ponernos en sus zapatos, nadie vive en la piel ajena, así que no podemos saber qué siente, pero sí podemos imaginar que es lo que la otra persona vive y a eso le llamamos empatía, y de ella nace la comprensión.

Comprender a tu pareja, comprender a tus amigos o a cualquier persona te hace crecer como ser humano y si ese desarrollo viene de dos partes, entonces, culmina en dar fruto en un crecimiento en conjunto, un fortalecimiento de la pareja, una raíz. Por ello, cierro mi opinión de esta semana lanzando al aire una pregunta ¿qué tanto te das a la tarea de comprender a tu pareja?, ¿qué tanta base le pones a tu relación?.

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