La casa embrujada de Progreso

'El Bording' es una famosa casona abandonada del vecino puerto donde, aseguran, ocurren fenómenos paranormales.

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Escaleras interiores que conducen a la segunda planta, donde los jóvenes vivieron la extraña experiencia. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Cuando me hablaron por primera vez sobre los fenómenos paranormales que ocurrían en una casa abandonada llamada “El Bording” en Progreso, emprendí el viaje al puerto y me di cuenta que la casona antigua cumplía con los estereotipos tradicionales de las casas embrujadas, es decir, sitios abandonados, en ruinas y con aspecto tenebroso.

"El Bording" de Progreso es un antigua casona que da la apariencia de estar “embrujada”, sin embargo, ya hemos platicado en ocasiones anteriores de que el aspecto de un inmueble no siempre es motivo para pensar que ahí ocurren fenómenos paranormales.

Sin embargo, desde hace varios años nos han llegado reportes de gente que radica en el puerto con relación a las situaciones que han visto en el añejo inmueble, por lo que no es un tema nuevo y sí llama la atención que los reportes son de personas que no se conocen entre sí, e incluso, de autoridades policiales.

Un joven que prefiere guardar el anonimato, ya que trabaja en el Ayuntamiento de ese municipio y no quiere que esto le ocasione problemas, me contó: “Hace aproximadamente un año, nos metimos al 'Bording', juntos, varios compañeros del trabajo, ya habíamos escuchado que ahí espantan, pero el motivo de entrar a ese sitio no era necesariamente para comprobarlo, sino para hacerle una broma a uno de nuestros acompañantes, quien era de Mérida.

“El caso es que, a los pocos minutos de que entramos ahí, escuchamos como si se aporreara una lata grande en el piso, pero con mucha fuerza, esto ocurrió en tres ocasiones y provenía de la planta alta, pensamos entonces que a lo mejor habían otras personas ahí y como nosotros éramos seis no nos dio miedo subir para ver qué era lo que pasaba, ya que todos estábamos seguros que alguien estaba ahí.

“Cabe mencionar que la broma a nuestro amigo consistiría en llevarlo a la planta alta y ahí despojarlo de sus zapatos y calcetines, aventarlos por las ventanas y bajar todos corriendo y que él, solo y descalzo, fuera por ellos, ya que es medio 'finito' y nunca ha caminado descalzo, le da 'asco' el polvo y consideramos que haciéndole esta broma, para que enfrente su 'trauma' iba a ser bueno.

"Así que, cuando escuchamos los ruidos en la planta alta pensamos 'ni mandado a hacer', ya teníamos el pretexto para subir. Con lo que con contábamos es que todos nos íbamos a llevar el susto de nuestras vidas y creo que lo que vivimos, al menos yo, jamás lo voy a olvidar, solo cuando me muera...".

“Resulta que cuando subimos seguimos escuchando los ruidos. Nos dirigimos a la habitación, estaba claro, eran como las cinco de la tarde y de forma nítida vimos a un adulto, como de unos 50 años de edad, vestido de negro y aporreando una especie de lata con las que se hace la cochinita contra una pared. No nos dio tiempo siquiera de pensar por qué lo hacía, cuando en ese momento nos volteó a ver y se fue hacia la pared como si la atravesara y ¡desapareció! Así sin más...”.

“Las seis personas que estábamos ahí vimos exactamente lo mismo. Creo que si yo hubiera estado sólo me hubieran tachado de loco, pero somos seis los que lo podemos asegurar. La lata de cochinita estaba ahí tirada en el piso. Uno de mis amigos me dijo que luego regresó a buscarla para tenerla como 'recuerdo', y la broma que íbamos a hacer la dejamos para otra ocasión...”.

Hay muchos reportes más sobre "El Bording”, en otra ocasión los platicaré con detalle, así como la investigación a fondo que realicé en el sitio.
 

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