La erosión ya se 'comió' la tercera parte de las playas en Yucatán

El problema es de tal magnitud que muchas viviendas yacen hoy bajo aguas salinas, principalmente en la costa norte.

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La zona más afectada es la costa norte de Yucatán, que es densamente poblada. (SIPSE/Archivo)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.- Fenómenos hidrometeorológicos, cambio climático y la acción del hombre han provocado la erosión de playas en cerca de una tercera parte de la costa yucateca, al grado de que muchas viviendas yacen hoy bajo aguas salinas.

En algunas áreas de la costa se puede hablar de un inminente desastre, con muchas casas que han sido "comidas" por el mar, afectando en forma severa el patrimonio de decenas de familias, refiere Eduardo Batllori Sampedro, secretario estatal de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.

De acuerdo con Notimex, precisa que han detectado tres áreas donde la erosión es severa: la primera va de Yucalpetén a Chuburna Puerto -costa norte-; la segunda en el área occidental -producto de la apertura de escolleras para puertos de abrigo- y en la zona oriente, desde San Felipe a El Cuyo.

Sin embargo, es la primera zona la que ha entrado a una etapa crítica, ya que es un área urbana densamente poblada y del total de los 15 kilómetros que la conforman, en al menos la mitad el "mar reclama espacios".

Indica que Yucatán posee un total de 378 kilómetros de costa, de estos, 17 kilómetros corresponden a zonas de manglares que "salen a la costa". En suma se estima que 90 kilómetros de playa presentan problemas serios de erosión.

Periodo de mucha lluvia

El estado, explica el también investigador y especialista en manglares, llegó a tener un playa de hasta 70 metros entre 1952 y 1982, periodo que fue muy seco, por el contrario, entre 1982 y 2012, se vivió un periodo de mucha lluvia.

Este último periodo trajo consigo numerosas tormentas tropicales que generan el avance del mar, lo que ha abonado a esta problemática, además del calentamiento global que obliga cada año a un aumento del nivel en tres milímetros.

"A esto debemos de sumar que desde la década de los 70s se da una acelerada explosión demográfica en la costa, la cual no ha parado, asociada a la apertura de puertos de abrigo que ha contribuido a la erosión de playas", agrega.

Bajo la justificación de ofrecer una mejor imagen, la deforestación de las playas en casi su totalidad, también ha tenido un impacto severo, ya que la vegetación actúa como trampas de arenas, pero al estar ausente, un viento fuerte puede levantar toneladas y depositarlas fuera de las playas.

San Felipe, en riesgo

Uno de los casos que más preocupa es la comunidad de San Felipe, en la zona oriente del estado, población que creció a través de los rellenos a la ciénaga y que es defendido de los embates de huracanes por una barra arenosa, misma que se reduce cada vez más por los citados fenómenos climáticos y la acción del hombre.

Aunque existe una reglamentación federal que exige edificar 20 metros después de la línea de playa, Batllori Sampedro expone que deben ser en realidad a unos 40 metros, ya que históricamente el mar ha avanzado.

Los mayas solían levantar sus construcciones a 1.5 a dos metros del nivel del mar, como lo demuestra el sitio de Xcambó, ya que en al menos dos veces en cinco mil años sufrieron de inundaciones y afectaciones marinas, pero parece que a nosotros se nos ha olvidado esto.

Asegura que el crecimiento de los puertos se ha dado de manera exponencial hasta convertirse en densas áreas urbanas, cuando antaño la infraestructura física se construía tierra adentro y la recreativa en la de playas, pero en la actualidad muchas familias deciden irse a vivir a los puertos.

"Nos enfrentamos a problemas no sólo de orden natural sino también social, pues se carece de capacidad municipal para ofrecerles atención, como son servicios básicos en especial cuando muchos jubilados y pensionados de Canadá y Estados Unidos han fijado su residencia en los puertos", añade.

Considera que muchas veces culpamos a la naturaleza de los daños que sufrimos, por ejemplo en esta caso el avance del mar, pero la realidad es que la naturaleza no es mala o vengativa, somos nosotros quienes le hacemos daño y nuestras acciones repercuten.

Problemas severos

Al respecto, el delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Jorge Carlos Berlín Montero, coincide en que este problema empieza a generar problemas severos en un corredor de vivienda a lo largo de 70 kilómetros de playas, a imitación de la existente en Miami, Estados Unidos.

Por ello, mediante la suma de voluntades de los gobiernos estatal y federal establece la necesidad de invertir 50 millones de pesos para recuperar los primeros 6.4 kilómetros de playas críticas entre Yucalpetén y Chelem, en la costa norte.

Por primera vez, detalla, hemos conformado un comité en el que participan especialistas, que han propuesto diversas acciones integrales para solucionar esta problemática.

Geotubos y relleno de playas

Desde luego que una de las primeras acciones será el relleno de playas, al que se sumará la colocación de geotubos que aminoren el impacto de olas. A ellas se sumará la reforestación de dunas costeras y el ordenamiento de espolones para contener la pérdida de playas (10 metros de ellos en el agua y cinco fuera).

Resalta que estas acciones permitirán, además de ayudar a la recuperación de playas, generar empleos directos para los pescadores en tiempos que no puedan salir, preservar el hábitat de especies como la tortuga carey y blanca, y ofrecer una mejor imagen para el turismo.

Asegura que una ventaja de estos esfuerzos es que "vamos a realizar acciones complementarias tendientes a mejorar los servicios ambientales, pero también el impulso a estudios diversos que permitan ofrecer alternativas de solución, en las que la acción del hombre juega un papel fundamental".

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